Viajeros del Sur

Reportaje de Gonzalo Bueno

La CA 1 es la carretera de California que va por el borde del mar, en una repetición absurda de paisajes y paisajes maravillosos, de peñascos, mar, playas… Lo duro ha sido la lluvia que no ha querido abandonarnos y el frio que no afloja nada. Nos han insistido mucho que esto es un caso especial, como siempre, que en Junio NUNCA hace tanto frio por aca, que el viento helado ya deberia estar diferente, al menos un poco mas «fresco», pero eso no ha sido lo que hemos sentido.

Salimos de Berkeley en compañía de Mateo, quien consiguió otra motico prestada por unos dias y nos acompañó hasta Newport, Oregon, desde donde escribimos estas líneas. Unas cuantas millas al norte, en Manchester, CA nos recibieron unos amigos en su granja: Manena Currea, compañera de Gaba en el colegio, Mark su marido americano y sus hijos Camila y Antonio. Nos recibieron con un «brunch» delicioso y paseamos por su propiedad conociendo sus animales:Petunia, la marrana consentida, las pocas gallinas que dejaron vivas los gatos salvajes y domesticos, las ovejas y los otros marranos. Es interesante sentir de cerca como es su especial modo de vida en un sitio tan desolado. Para darse una idea, los niños hicieron un programa de primaria como «home-school», en escuela media ya completan 20 estudiantes en el colegio cercano y el «High School» del condado donde ahora está Camila no tiene mas de 200 estudiantes!!

Despues de nuestra visita, seguimos al norte pasando por el famoso «Drive Through», donde uno puede circular por dentro de un hermoso redwood de 2.400 años.

Un poco mas al norte, ya entrada la tarde, nos encontramos en un lugar cerca de Leggett el clásico festival californiano donde nos detuvimos a pasar la noche: habia puestos de artesanias y comidas, hippies de todos los pelambres, grupos musicales surtidos y variados: rock, hindu, electrónica y como es de suponer, la gente mas corrida que uno pueda imaginar, mucha «marimba»,  todo el mundo trabado y nosotros, aunque sanos, de solo respirar el ambiente alrededor ya estabamos mas felices y contentos que todos los hippies bailando en el barro. Toda clase de gente en una sola traba, jovenes, viejos, mujeres con sus hijos de brazos, viejitos como traidos de Woodstock: Paz, música y amor !!  Fue un buen recibimiento en  este lugar.

Al continuar al norte viene un parque natural detras de otro y en un momento determinado nos encontramos en la Avenida de los Gigantes, en medio de estos frondosos Redwoods ó Sequoias de miles de años. Es una sensación como espiritual muy interesante de sentirse un bicho minúsculo con relacion al planeta a su naturaleza.