Reportaje de Pedro Sosnitsky
No hay palabras para describir esta ciudad. Ni imágenes que la puedan reflejar. Madrugamos y salimos a caminar con la idea de acercarnos a Flamingo travel y arreglar los detalles del viaje en moto. La calle es un caos total. Cruzar la calle es mas aventura que el Dakar. Millones de motos, carros y peatones andan en todos los sentidos pero increíblemente todo parece fluir en este caos sinsentido. Hay algunos pocos semáforos que nadie respeta y sin embargo no vimos un solo accidente. Milagro!
Llegamos a Flamingo luego de varias perdidas, ya que queda en el barrio antiguo: un enjambre de callecitas atestadas y conocimos a Pink nuestro guía a partir de mañana. La gente es encantadora. Probamos la moto en un corto recorrido y listos para partir. Nos facilitaron un casco y las alforjas y también un mapa del recorrido que haremos. Un grupo de australianos estarán en el mismo camino que nosotros. La dueña de la empresa nos llevo a un restaurante cercano, léase chucito, donde pedimos la famosa sopa Poh y un pescado en salsa de limón. Deliciosos. Lo que vimos hoy esta en mi cabeza como una película en fast forward. Si logro ponerle Pausa lo comentare con mas calma mas adelante.