Reportaje de Esteban Sosnitsky
Hoy temprano al poner las cajuelas Julio se dio cuenta que faltaba un tornillo soporte donde descansan las maletas laterales Givi. Son las 7.45 AM en Mancora. Despues de una pequeña inspección nos dimos cuenta que en realidad el tornillo se rompió. Parte del tornillo esta adentro del soporte y parte en algún lugar de Ecuador. Trate de sacar el tornillo con alicate y hombre solo pero fue imposible. Ademas el tornillo extra que traía ya esta en el protector de la quilla así que no había mucha opción. Al analizar lo sucedido mas otra serie de sucesos en los dias anteriores, consideramos muy probable que las cajuelas estuvieran muy pesadas. Después de ver a Julio y a Andrea con múltiples pintas durante ya 6 días, eso era una primera pista. No hay que ser muy perspicaz. Al comentarle esto a Julio nos dijo que no creía que estuvieran tan pesadas, sin embargo en el hotel nos prestaron una balanza: 15.8 kg la una y 14.6 kg la otra. Muy pesadas para esa moto!! Una caja de 6 o 7 kg ya va en camino a Bogota. Mientras ellos empacaban la encomienda fui en la moto de Julio a Osaka casa de cambio y distribuidor de repuestos para moto taxi donde su propietario acababa de abrir. Me recomendó el taller grande de Lama. Me metí por el barrio de arena y rancherías buscando el taller. Toda la gente muy cordial me fue guiando sin problema hasta la ranchería del taller Lama. Habían como 5 moto taxis deshuesados afuera y como 200 adentro entre pollos, gatos, medias, calzones, perros y operarios del taller. El señor Lama, un tipo alto grande de pelo hasta los hombros con aceite hasta en las orejas, se levanto a recibirme con cigarro en mano y gafas a media nariz. Un tipazo: le mostré lo que nos había pasado y a su ritmo desmonto el soporte lo calentó saco el tornillo puso uno nuevo con arandela y listo. Todo esto tomo unos 45 minutos. Mientas, me contó que a un amigo colombiano le fabrico la corona, para la cadena de una Ducati, a pulso! tambien dijo que hacen ahí moto taxis, que ha recorrido todo Peru en camión etc… un bacán. Al final, me paso cuenta de cobro: dame pa una cerveza. Pobre Julio, yo solo tenía 20 soles en el bolsillo. Arrancamos entonces, tarde nuevamente como siempre, hacia Trujillo. Despues de algunos kms nos agarro un viento fuerte de lado. Seguimos dandole con esfuerzo, pasamos Piura y ahi el viento ya era cosa seria.
La moto super inclinada, los brazos cansados, la arena golpeaba durisimo, el casco ruidoso. El paisaje fue hermoso hasta donde ya no veiamos por la tormenta de arena que volaba alrededor. No veiamos a pocos metros. Inclusive en un bus de turismo que pasaba en sentido contrario, muy despacio, su chofer nos aplaudia con brazos altos, que bravo! El viento nos hizo perder mucho tiempo. Consumi casi medio tanque yendo a 60km/h entre 4ta y 5ta todo el tiempo. El pavimento iba cambiando de estado, hasta que llegamos a un punto en el que la arena habia cubierto el asfalto y habian unos trabajadores con un camion barriendo el piso y dando paso. Frenar ahi fue una odisea, y arrancar aun peor. El paisaje del desiero es imponente, no hay nada que le haga frente al viento y no lo hubo hasta que llegamos a Lambayeque.
El empleado del GRIFO nos dijo que hacía muchos años no soplaba tanto como este año. Pensamos en el cambio climático y como este año ha sido muy duro, en Colombia llueve y aqui ventea. Ventea mas que en Necochea y eso es MUCHO decir. Llegamos a las 4 a Chiclayo con un promedio no mayor de 50 km por hora, aún a 212 km de Trujillo. Si seguíamos llegariamos a las 8 de la noche, por tanto nos parecio prudente dejarlo hasta ahi, descansar y llegar a Trujillo mañana. El Cañón del Pato se complica aun mas, y ahora a la tarde, revisando la moto de Julio vemos que esta vuelve a perder aceite. Le ehcamos nuevamente pero no nos da confianza exigirla en el famoso Cañón, donde se va a 20 km/h en primera y segunda todo el tiempo. La moto tiene que llegar hasta Buenos Aires!!!


Estos problemitas han bajado un poco la nota en el grupo, pues han salido algunas dificultades tempranas en el viaje que han bajado los animos de los viajeros. Sin embargo hemos sido compañeros de viaje excelentes y nos acompañaremos en las buenas y en las malas. Asi signifique que el viaje llegue hasta donde tenga que llegar. De todo esto se aprende, cuando haya mas tiempo y menos estres subimos las fotos.