Reportaje de Gonzalo Bueno
La jornada a Banff estuvo llena de sorpresas. Por un lado, fue una de las mas largas, hicimos mas de 800 kms que a estas alturas del campeonato ya se sienten fuertemente, debido al cansancio acumulado. Por otro, estábamos mal informados con relación al parque mismo. Realmente, para llegar a nuestro destino, que era la población de Banff, se cruzan dos parques inmensos: el de Jasper inicialmente y el mismo Banff.. Con pendientes muy suaves, como se acostumbra mucho en estas tierras, fuimos subiendo y ganando altura, sin darnos cuenta. Banff tiene una cadena de montañas que superan los 2.000 msnm, (2,730 metros de altura, la max) con mucha nieve y hielo aun en verano.
Pues después de venir de la “tierra caliente” de Alaska y el norte de Canadá, en Dawson City, lo que menos esperábamos era un frío tan tenaz, lo mas bajo y duro de aguantar en temperaturas de todo el viaje. La carretera discurre entre unos montes glaciares que mantienen todo el valle como un congelador. Adicionalmente, tuvimos lluvia por sectores, que al empapar los uniformes y guantes, con el viento hacen que la famosa sensación térmica sea de temperaturas muy bajas. La multiple y variada fauna que deseamos ver, fue escasa. Sin embargo, no faltaron unas cabras de monte, «Stone sheeps», un lince pequeño gato montés y un antílope raro, con cara de caballo.
y aquí el antílope raro, con cara de caballo.
Era uno de los lugares donde esperábamos ver mas animales en su habitat, pero ni los osos sales de sus madrigueras con ese frío. Ya hacia las 7:00PM paramos a tomar un chocolate reparador, nos faltaba mas de una hora de camino y salir nos encontramos una desagradable realidad:”Mauro, mire su llanta trasera! Esa Cecilia no llega asi…”
Con un desgaste irregular, estaba completamente “comida” en el medio y con algo de labrado en los bordes externos. Pero cuando les digo “comida”, era de verdad. Gastada hasta las lonas internas, ya de asomaban por partes los alambres de la tecnología radial de estas llantas…
Fue realmente asustador tener que continuar así, nos cambió totalmente el ritmo del viaje pues a paso mucho mas lento buscamos nuestro destino para analizar en ese pueblo si había alguna solución, algún taller de motos y como cambiar esa llanta por nueva y/o usada en mejores condiciones. Nos encontramos en Banff una ciudad pequeña, turística al 100%, muy linda. Como todo negocio que se respete en Canadá y Alaska, a las 6:00PM todo cierra, a veces con un sol deslumbrante. Tienen razón en cerrar aun con sol, pues si no lo hacen así les tocaría trabajar como esclavos casi 24 horas al día, pero a veces siente uno que exageran con el horario, como de gallinas. Hay negocios que deberían funcionar hasta algo mas tarde, como los restaurantes. Pero la regla general es que si uno no esta ya bien comido a las 7 u 8 PM, se jodió!
Así, nos tocó salir a buscar una bomba de gasolina, para mal-comer galletas, perros calientes ó porquerías de tienda, como nos ha tocado ya en muchas oportunidades.
Una de ellas era cambiar nuestra ruta e ir a Calgary, a 180 kms. Pero lamentablemente, averiguando por todos lados de nuestras posibilidades, descubrimos también (falta de cultura general) que el día siguiente, viernes 1 de Julio es el día Nacional del Canadá y nadie abre su negocio, ni nadie trabaja. El desvío a Calgary podría ser una perdedera de tiempo. La cuestión era que hacia el sur, en nuestra ruta planeada hacia Spokane en USA, las “ciudades” intermedias en el camino no llegaban a ser mas que pueblos, las canadienses de fiestas y solo con un par de puebluchos gringos que no tenían que ofrecer. Y seguir en nuestra ruta significaba también dos cosas graves: Una, pasar la frontera, donde el oficial al revisar la placa de la moto, podría poner el grito en el cielo por el estado de esa llanta y la inseguridad que representa. La otra, hacer en esas condiciones 582 kms mas, con la incertidumbre de que quedáramos botados en la mitad del camino. Y para completar, con la fiesta gringa atravesada: el lunes 4 de Julio, día nacional de los americanos, que en esta oportunidad se toman siempre un “puente” largo. O sea, negocios cerrados desde el sábado hasta el martes!!
Corrimos el riesgo y lo logramos. El paso de frontera, con una fila de mas de media hora empujando la moto paso a paso que iba aumentando la tensión fue superado con creces: Gaba y yo pasamos primero, el tipo hizo las preguntas de rigor, se fue atrás y cotejó la placa, etc. Mauro y María Paula a 10 metros atrás, esperando su turno… Y cuando pasan ellos, la sonrisa de Palis hace milagros…. Ni siquiera les miro la placa!!
Seguimos pues, despacio y tensos, hasta llegar a nuestro destino, Spokane, la segunda ciudad mas grande en el estado de Washington.
El sábado, aunque encontramos como pesamos algunos lugares que no abrían, finalmente dimos con el que era: llanta nueva, tranquilidad en la ruta y un aumentico en los “Gastos de Vieja y Representación”. Se le invirtió a la Cecilia su merecido billete para compensar las inversiones de la Leticia en Anchorage. Y pasado el medio día, salimos a cumplir itinerario, para llegar hasta Bend, en Oregon. Con llanta nueva, cuando finalmente nos salimos de las autopistas que llevan a Portland, encontramos un paisaje hermoso en las carreteras secundarias, con cultivos enormes de trigo y alfalfa.
Hoy salimos a Redding, en California y mañana con una visita corta al Valle de Napa y sus viñedos, llegamos a San Francisco, donde se nos acaba esta dicha.
De vuelta a la civilizacion…toda una aventura la cosa….
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Gonza, esta muy sentida esta narracion como todas.. ya se nota que el frio y el cansancio los ha golpeado duro….el pasar de llamar «pueblitos pintorescos» a «puebluchos» ya dice mucho jajaj…. me alegra enserio que ya bajara el frio y esa piel de foca que debieron adquirir empiese a disminuir.
Por nuestro lado le cuento que ¡Finalmente! llegaron nuestras motos despues de cruzar los dedos por mas de dos meses la mayor angustia era que ustedes regresaran y nosotros todavia sin las motos pero despues de dedicarnos dos dias a poner cara de ponque ante las autoridades y todo el terminal de carga logramos ponerlas el sabado en el taller para su mantenimiento.
Slds,
Nicolas Serna
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Nico,
Que bueno lo de las motos. Ya habiamos estado conversando con el Mauro al respecto, pues tanto tiempo de demora era para estar demasiado preocupado.
Un abrazo,
GBA
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pucha cada vez me da mas duro leer las cronicas, que envidia jejejej me alegro mucho que todo va bien
un gran abrazo
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Gonza/Gabriela/Mauro/MPao: parece que el frio que han aguantado en esta (y otras etapas) no lo van a olvidar nunca….. pero se compensara con haber superado las dificultades que se fueron presentando a lo largo de tantos kilometros. Desde estos lugares con buena comidita y tantas comodidades solo queda quitarnos el sombrero para recibirlos como unos DUROS y DURAS por no decir BERRACOS y SUPER BERRACAS… Un abrazo, Arturo
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