Viajeros del Sur

Reportaje de Gonzalo Bueno

The Motorcycle Shop, Inc en Anchorage, es el taller autorizado BMW en cual, con la ayuda de Mateo, teniamos una cita para hoy, Jueves a las 10:00AM. Mate había hablado con un muchacho Zacs, quien se compremetía a sacarlas rápido.

Aunque es dificil de imaginar,  el regreso del Polo Norte fue mas duro que la ida. Mucha lluvia toda la mañana, complicando los trayectos de tierra. Era un lodazal duro de llevar. Tenemos un video que da una idea:

Dormimos en Healy, mas al sur de Fairbanks, despues de una jornada larga y pesada que incluyó una primera pasada por bomba con lavadero de presion de moneditas, para bajarles el barro a las motos. Queriamos visitar el parque Denali con mas detalle, pero nuestros problemas nos llevaron a continuar a Talkeetna, sin arriesgar demasiado.

Talkeetna es un pueblo pequeño de Alaska, con mucha vida y mucho turismo. Restaurantes, bares y almacenes de artesanias y chucherías se acumulan en la unica calle, Main Street.

Aca llegan turistas de todos lados,  en tren, en buses ó en sus propios carros.

Hoy era el gran dia, madrugamos desde la 6:00 AM para cumplir la cita al taller que solucionaria nuestros problemas técnicos. Estábamos a solo 180 kms. Ya listos para salir de Talkeetna a Anchorage, La Leticia (la moto que yo llevo y la del problemilla) se rebeló y NO quiso prender motores !!  Parecia con la bateriaa completamente muerta. Estaba igual el dia que la recogimos y nos toco prenderla empujada. Tacatacataca, girando lento y nada. Pensé que la bateria habia sacado la mano del todo. Comenzamos por intentar con la empujada. Como nuestro B&B, que realmente era  «Just one B» de bed, pero sin breakfast,  estaba situado en calle sin asfalto, empujamos  la moto hasta el asfalto y Mauro y la niñas comenzaron la empujadera mas brava. Y nada… La subimos a una laderita, con esfuerzo. Ya el calor provocado por la ropa interior térmica empezaba a sofocarnos  y nada que queria arrancar la mugre moto. Su clutch «patinador»  no ayudaba mucho, tampoco, pues por su compresión fuerte había que prenderla en tercera, con el cambio puesto desde el inicio y el «poco» clutch no la liberaba del todo para facilitar la  empujada.

Pensamos en la posibilidad de usar cables de iniciar, los conseguimos prestados y paramos un vehículo. El tipo, un sardino local en su «Troca», muy amable y colaborador. Pero Leticia no quiso responder.  El muchacho se fue en un momento dado, con «ya vuelvo», pensamos que se había volado desprendiendose de los extranjeros mamones  y realmente volvió con una bateria portátil, poderosa.  La Leticia tampoco quiso dejarse impresionar con una batería de esas.  Finalmente liberamos nosotros al tipo colaborador, pues daba pena hacerlo perder tanto tiempo, y convencí a Mauricio que me diera un buen jalonzo. Mauro aun recuerda nitidamente los dolores de su fractura de clavícula cuando se cayó jalando una moto con otra, hace unos años. Por eso había que convencerlo de arriesgarse de nuevo. Pero así, si fue realmente fácil encender a La Leticia. Ya habiamos perdido una hora y media ó mas en la salida y no sobra decir, que esa no fue la única, solo la primera de tres encendidas con jalonazo bi-moto.

Llegamos al taller algo tarde a la cita, pero aun así nos estaban esperando y nos atendieron con mucha ambailidad. Solo podian comenzar a trabajar para nosotros  a las 2:30 PM;  harian un diagnóstico inicial y nos avisarían en la tarde si lograban tenerlas listas en el mismo dia, a las 6:00 pm. Nos fuimos al Hotel, dejamos las niñas, los corotos y maletas y volvimos al taller a dejar las motos. En la tarde la expectativa era total… Cuando ya creiamos que era hora de saber algo, llamamos y llamamos desde el hotel y no podiamos comunicarnos. Cuando no estaba ocupado y alguien contestaba,  Zack siempre estaba muy ocupado y nadie mas daba razon de nada.

A las 5 pasadas,  nos fuimos para allá nuevamente. La Cecilia de Mauro, estaba lista, cambio de aceite y otras bobadas, o.k.   La Leticia,por su parte, estaba saliendo, con clutch arreglado, (completar liquido, ajuste y purgada) para una prueba de ruta. Cuando el tipo la iba a prender... tacatacataca de nuevo. Yo le dije que había pedido que le pusieran  tambien bateria nueva y el mecánico todo despistado me dice: «Pero si ya le pusimos bateria nueva!!» De vuelta a la mesa de trabajo y el diagnóstico al cabo de media hora:»Su bateria estaba al pelo. Lo que tiene jodido es el motor de arranque…»  Lo que menos nos esperábamos, pero no había un momento mejor para que saliera ese daño, que este, con cita previa y tal….Como somos viajeros con horario apretado y reservas de hotel en cadena, no podemos esperar mucho (ni poco) y una varada es tenaz!!  Le quitaron el motor de arranque a otra moto y zas!!  Problema de encendido solucionado al pelo !!!!! Prueba de clutch en la calle y todo o.k. Cambio de aceite y revisada de presion de llantas y sale pa´la ruta.  En el local del lado, una señora muy amable y su hija, lavan motos a dos manos. Aunque esra tarde ya, casi 7:00PM, nos acercamos a averiguar. Resulta que ellas alquilan  las motos y las mantienen impecables. Adicionalmente, el marido de la señora es el gerente del taller… Así las cosas, pagamos 20 dolaritos cada uno  para que,  fuera de horario,  nos prestaran todo su equipo, manguera con agua caliente, presión aceptable, toallas, cepillos de toda clase, jabon, etc. Les echamos trapo por dos horas mas, aún despues de haberlas «lavado» con máquina de presión en Fairbanks, para bajarles un barro pegajoso que parece nunca acabar de salir y que  como lavada de moto  siempre deja mucho que desear. Pero sentimos que ahora si quedaron nuevamente al peluche !!! Tecnicamente muy bien, n os revisaron frenos, liquidos, etc y nos dicen que todo esta bien para llegar nuevamente a casa, en Berkeley, sin problemas.
Sin embargo, nos falta otro destapado bueno al regresar a Canadá: The Top of the World Highway.