Reportaje de Esteban Sosnitsky
Nos levantamos medio tardecito. Hubo huelga la noche anterior por poner un despertador, asi que el libre albedrío fluyó entre el combo. Sin quererlo nos encontramos todos para desayunar y estaba delicioso. Un bed and breakfast acogedor y recomendable. Siguiendo el consejo de mi papa salimos en busqueda de las famosas tortas alemanas y el salmón ahumado de la zona. Que ingenuidad la nuestra pensar que encontraríamos algo abierto un primero de enero. Aun asi el espíritu de conocer algo estaba presente y caminamos un poco por el centro, fuimos hasta la marina del lago donde festejamos anoche y de donde era facil apreciar incansablemente el lago con el volcán fondo. El paisaje es un cuadro, una pintura de las que tienen las abuelas y las tias que uno llamaría de mal gusto, pero estar parado allí, frente a éste paisaje, hizo que esos cuadros adquirieran un nuevo significado: empezmos a respetar los cuadros del lago, la montaña nevada, las hojitas verdes con flores amarillas en primer plano, etc. Recorrimos el pueblo fantasma y volvimos al hotel a alistar las motos para arrancar. Nos explica el dueño del hotel que la gente se viene de vacaciones a la zona y se va repartiendo la visita entre los pueblos que la conforman. Un par de noches aquí, otras allá, haciendo las actividades que ofrece cada uno y sale. Nos sumamos a la costumbre y decidimos arrancar hacia Pucón después de investigar un poco el trayecto y recibir noticias de lo asfaltado del camino desde hace poco. También probamos una gaseosa de papaya que nunca habia probado antes y me sorprendió que no existiera en Colombia, seria un hit y estaba hasta rica. La idea hoy era quedarse en algun lugar cercano a Puerto Fuy, punto desde donde zarpa el dia de mañana la barcaza que nos acercará a nuestro destino final, Argentina, ya que la barcaza zarpa a las 8:00 AM y nos piden estar una hora antes, según reserva previa hecha en la pagina de internet. Partimos pues a Pucón por un camino muy bonito que va bordeando el lago Villarrica … imaginense la vista! Llegamos a Pucón y el pueblo es aun mas encantador, posiblemente porque tiene mas locales abiertos y muchisimo ambiente. Caminamos por la plaza después de estacionar las motos y finalmente paramos en un café que nos recomendó el tipo en Villarrica a degustar la pastelería y descansar un poco. Ha sido agotador… esta vez hicimos 28km, je je je. Descansando allí nos dimos una idea clara del plan vacacional de los locales, quienes vienen a disfrutar con sus familias de una luz encantadora, de actividades al aire libre, excelente gastronomía, relax total y aventura a pocos metros. La fumarola del volcán se aprecia mucho desde esta zona mas cercana al mismo, y nos contaron de la erupción hace un año de un volcan aledaño. Es el segundo lugar en zona de alto riesgo por el que pasamos en este viaje después del Tungurahua en Ecuador. Nos cruzamos en aquel café con el dueño del hotel de Villarrica quien nos reprochó no haber tomado rumbo a Panguipulli a donde le dijimos que ibamos a ir. Nos alertó por tema hospedaje! Asi que al cabo de un rato arrancamos hacia Villarrica nuevamente para tomar el camino que conduce al lago Calafquén y luego a Panguipulli. El paisaje nuevamente es sorprendente. Cada lago es mas hermoso que el anterior, la luz les pega diferente y se ve un reflejo del monte de enfrente volviendolo indescriptible. Los caminos secundarios tienen un encanto muy especial. No nos cruzamos ni un carro. La carretera para nosotros. Llegamos al lago Calafquén y seguimos camino hacia Panguipulli ya de tarde. Uno se siente raro porque cree que es el mismo lago que ahora esta a la derecha y después a la izquierda, pero son diferentes lagos!!! Nos pasó lo opuesto que en el Titicaca ,cuya exagerada dimensión nos confundió mas de una vez siendo siempre el mismo lago. En Panguipulli el ambiente estaba medio apagado, obvio, sigue siendo 1ero de enero. Los turistas disfrutan del plan típico de hacer el asadito a orillas del lago, donde hay balnearios y la gente va con vestido de baño y se bañan como si fuera el Rodadero en Santa Marta, pero con una montaña que parece el monte Fuji de Japón y con un agua cercana al grado 0 de temperatura jejeje. En la estación de servicio nos cruzamos con unos viajeros de Suiza, que venian en auto pero eran fan de las motos. Nos seguimos cruzando con gente que viaja a full!. En el mapa no me salía mucha cosa para quedarse, pero en Panguipulli tampoco vimos nada que nos atrajera. Seguimos pues con rumbo Puerto Fuy con la idea tal vez de quedarnos en la posada del frances recomendada por los viajeros ya nombrados. Nos habian dicho que el camino era todo ripio, pero se ve que han pavimentado gran parte de esta zona porque se ven todavía las maquinas que realizan los trabajos y la señalización aun esta sin terminar lo cual es una falta mayor aquí en Chile donde todos los caminos son absurdamente bien terminados. Un paréntesis: desde que entramos a Chile, y ya que detallamos sobre la señalización, los tipos no creen suficiente pintar la linea del medio intermitente continua para demarcar el area de no adelantar, sino que ponen no solo uno sino dos carteles a lado y lado de la ruta donde se corta el interlineado por la linea continua que dice «inicio de restricción para adelantar». Uno pensaría que es una exageración, pero al pasar la curva o el desnivel, se aprecia que la linea vuelve a ser punteada y hay un cartel igual que el anterior, pero tachado que dice «Fin de restricción». Es una pendejada, pero me llamó la atención. El camino entonces va bordeando esta vez el lago Panguipulli que a ratos nos da de contraluz, dejandonos ver otra optica del mismo paisaje, en la variedad está el placer. Ya se nos estaba haciendo de noche y desde la ultima intersección el camino si era de ripio, cuando llegamos a una interseccion y al último pueblo antes de Puerto Fuy que se llamaba Neltume. Tonny se nos adelantaba aburrido y a punto de dormirse de ir a esa velocidad en destapado, al igual que nosotros al seguirlo por autopistas. Se adelantó y encontró unas cabañas, en el famoso pueblo de Neltume, desconocido para nosotros hasta el dia de hoy. Me acordó de esas villas de Alaska en las que no hay nada, todo esta hecho de madera como las «cabins» o «log houses», pero que uno entra y tienen mucho ambiente. Tambien el zinc en los techos, la luz, en fin.. tienen mucho en comun; tan lejos que se encuentran una de otra y tan similares! Tonny amablemente hizo la vuelta de ir a todos los hoteles de Neltume mientras nosotros dabamos una U para entrar al pueblo en ripio jajaja. Escogió uno que decia hospedaje cabañas, por fuera parecia nuevamente uno de sos lugares recónditos en Alaska, con un camión estacionado afuera, una locura. Preguntó si habia habitación y después de la inspeccion femenina decidimos hospedarnos allí. Para mi, al igual que para Midori (Amiga japonesa que coordina los viajes en moto en el sur del continente) tener cuadradas las vainas desde antes, es casi un requerimiento primordial. Cuando se cambian los planes todo se desordena en nuestra mente, pero haber llegado ahí de esa forma, dejandose llevar, produce otro significado de la gratificación. Nuevamente estoy super contento de haber llegado a ese sitio totalmente desconocido para mi y para todos y descubrirlo de esa forma. Me pareció estar en un lugar super recóndito, escondido e inexplorado. No podia estar mas equivocado. La señora de la cabaña, nos explica que el lugar es único por que aun en verano se puede hacer snowboard y no se cuantas actividades al natural, alrededor del lago Neltume y de la montaña nevada con volcan que lo rodea lo que hace del lugar algo muy concurrido. Pero hoy es el primer dia de la temporada después de las fiestas, asi que anda medio solitario el asunto. Nos registramos en el libro del hotel y que sorpresa, los huéspedes anteriores eran de: Suiza, Brazil, Noruega, Holanda! Aun cuando la sra nos decia que el turismo interno era su mejor fuente de ingreso allí. Nos preparó una cena deliciosa, descargamos fotos, nos pusimos al dia con mails y llamadas y dejamos las motos bajo techo. Tonny como siempre la empijama para que se vuelva invisible y no le de frio. Julio tratando de estacionar se llevo una piedra y a la moto le dio mas sueño de lo que Julio pudo controlar y se acostó un rato. Por suerte lejos del paral que hubiera podido abollar el tanque, la despertamos con ayuda de Tonny y las metimos las 3 en reversa listas para salir. Nos dormimos en este pueblo desconocido con el reloj bien puesto para la madrugada del dia en que cruzariamos a Argentina. La extraña sensación en la que el final de la aventura se aproxima me invade y me concientiza de donde estamos en el mapa, de todo lo que hemos vivido hasta ahora, de lo intensos de los días, de la gente que hemos conocido y no lo puedo creer. Un año de planeacion para un viaje al que le quedan pocos días, embriagado de nostalgia cai vencido del sueño profundo que solamente he podido disfrutar después de un dia de moto que me deja exhausto.