Dejamos Quebec con nostalgia, porque es una ciudad que se merece mucho mas tiempo para dedicarle. En la mañana bajamos al puerto, donde hay una parte de la ciudad vieja tambien muy atractiva, con calles estrechas, restaurantes (las mejores ofertas de carnes de cerdo, tipo cochinillos), artistas y musica callejera. En especial, encontramos un mural en la culata de un edificio de 4 ó 5 pisos. Despues descubrimos que en varios lugares hay estas expresiones de arte callejero.
En el puerto encontramos un crucero, el Aurora, de un tamaño decomunal. Paseamos por su lado sintiendo el poder enigmático de la capacidad constructiva de la humanidad. Hacer un aparato de esas proporciones es una obra de ingeniería, arquiquectura y diseño realmente asombrosa. Para cerrar nuestro tour tomamos el «electro-bus», una busetica electrica para 22 pasajeros que ofrece un recorrido circular y gratuito por toda la ciudad vieja. Es muy bien utilizado por los residentes y curiosamente, no lo es tanto por los turistas. Con 8 horas de enchufe-carga, recorre entre 100 y 120 kms y/o 12 horas de servicio continuo.
Salimos de Quebec City a las 2PM. Como siempre, escogimos unas carreteras secundarias que nos ofrecieron una deliciosa integracion con la campiña quebequense, muy francesa en su desarrollo, con una cantidad de pueblos pequeñitos con nombres de santos(as). Muchos de este estilo:
Ya al oscurecer llegamos a Magog y de ahi buscamos una pequeña aldea de no mas de 200 personas, llamada Georgeville. Allá viven los padres del jefe de Mateo, Chuck y Betsy, en una casa bien metida en el campo. La encontramos finalmente con intrucciones telefónicas y por señas, ya que ni con GPS la ubicábamos. La pareja conoce a Mate desde hace rato y nos recibieron con el cariño y la amabilidad de parientes cercanos. Ellos han trabajado muy duro desde la primavera remodelando y pintando la casa (que ellos mismos construyeron hace 20 años), como solo esta gente del norte sabe hacer: do it your self!
Conversamos agradablemente alredor de una comida muy sabrosa y unos vinachos: decidimos colaborarles con la obra, salimos al jardin y les ayudamos a quemar unos escombros de maderas en una fogata super-gigante, especial para el frio. Hablando de este tema, el frio aumenta dia a dia y se siente mucho mas. Igualmente, en estas dos semanas todos los bosques estan empezando a ponerse amarillos y rojos y encontramos manchas completas de hojas secas, aun en los arboles pero ya a punto de empezar a caer.
