Parentesis

Despues de regresar de una de esas experiencias que lo marcan a uno para siempre, desde Seward Alaska me reporto fugazmente al blog.
La experiencia, a manera de parentesis entre las cronicas cronologicas (valga la pena el juego de palabras), consta de la sensacion de un leve mareo y vaiven que siento tres horas despues de haberme bajado del Alaskan Explorer; el barco que nos llevo durante 6 horas por el golfo de Alaska en una especie de safari marino en el que vamos en busqueda de ver algunos animales y visitar un Glaciar. Aunque el clima no era el mas apropiado, y despues de revisar el pronostico que sutilmente nos dijo: haganlo ahora o nunca, decidimos hacer el «crucero» por el golfo. Ibamos un poco prevenidos con el tema de las turbulentas aguas del golfo y lo mareados que ibamos a ir. No se vivio nada de eso. Por el contrario, las aguas calmas nos dieron una super bienvenida. Tiene mas oleaje la ida a las islas del archipielago de San Bernardo frente a Cartagena con el lanchero descalzo, que el golfo de Alaska como nos toco el dia de hoy. Con solo 5 minutos de navegacion, vimos ya la primera «sea otter», que es una especie de foca pero con cara de oso. Muy simpatico el animal, pero todos ibamos con la expectativa de ver al mas grande mamifero de todos. Despues de ver algunos «puffins», un pajaro extrano con pico colorido y de plumaje negro, despues de ver leones marinos, cormoranes, y un tipo de delfin que nada jugueton al lado de la embarcacion, nos dijeron de mirar hacia el costado de la nave buscando el chorro de agua de unos doce pies de altura que sobresale de la superficie del oceano pacifico. Despues de unos interminables 3 minutos, sale a flote una ballena jorobada que apenas se dejo ver. Mejor aun, despues de unos minutos vimos que en realidad eran 2. Alimentandose a bocanadas comen diariamente una tonelada de alimento cada una. Estan en plena temporada, asi que se dejan avistar un corto tiempo mientras comen. El ruido de su respiracion, aunque conocido por todos, escuchado en vivo y en directo no deja de ponerle a uno los pelos de punta. Una experiencia unica ver a estos animales en su medio ambiente natural, libres. Algunas horas despues, volvimos a ver otra ballena de estas, quien nos dejo ver su enorme cola al sumergirse en las profundidades del oceano saludandonos al final del viaje, posando para la foto como diciendo: hasta la proxima.


Una respuesta a “Parentesis

Deja un comentario