La carretera desde Escórcega a Yucatán está conformada por unas rectas muy prolongadas en una zona medio selvática y plana, caliente. Salimos sin desayuno, porque la calidad del hotel donde nos quedamos no alcanzaba ni para eso, pensando en encontrar algo en el camino. Sin embargo, la región es muy poco poblada, al punto de que en un buen trayecto de casi 200 kms no se consigue ni siquiera gasolina. Aunque estábamos avisados, nunca pensamos que fuera a ser tan crítico. Estas motos, como muchos carros modernos, tiene un indicador computarizado el cual, al bajarse el nivel de combustible a mínimos, le va indicando al conductor cuantos kilómetros le quedan de vida, antes de tener que bajarse a empujar. Pues bien, a Mauricio se le acabó primero el contador que el combustible. Empezó a marcarle que le quedaban 10 Kms, que le quedaban 5 Kms. y finalmente que ya no le quedaba nada !! Pero seguimos dándole, pues no había otra salida. Mi moto, por alguna razón, consume un poco menos y me indicaba que aun me quedaban algunos kilómetros. Ya cuando pensábamos, con un poco de angustia, que la varada en medio de la nada iba a ser desastrosa, se nos apareció la Virgen en forma de Pemex (y que nos perdone Arturo las blasfemias!!), aunque con una filas largas, por supuesto.
Primer mito: Es paja que uno se vare cuando el marcador ya esta en ceros!! Aun se le pueden sacar unos kms mas al aparato. Ensayen y verán….
Continuamos rumbo a Chetumal (del maya, «Donde crecen los arboles rojos»), y el turístico lugar de Tulum, donde pasaríamos dos noches. Ya estábamos entroncados sobre una autopista bastante buena y rápida. Pero de repente, en un lugar cualquiera del trayecto, se abrió como en una película Holywood el paisaje acuático con los colores mas vistosos que puedan imaginar. Buscamos inmediatamente la primera salida que nos permitiera acercarnos y sacarle unas fotos.
Una vez se nos apareció este paisaje como un espejismo y paramos a contemplarlo, decidimos que no había nada mas que hacer sino pasar una noche por acá. El lugar se llama Bacalar y está formado por varios «cenotes». La primera sorpresa se nos dio con ésta información: nosotros creíamos que era una entrada del mar, pero es un lago de agua dulce!! Estos cenotes son manantiales ó ríos subterráneos que alimentan el precioso «charquito«, llamado Lago de los 7 colores. Alrededor hay cabañas y hoteles, servicio de lanchas, paseos, etc. Hicimos un desayuno-almuerzo como a las dos de la tarde y nos dedicamos a disfrutar el lago. La temperatura del ambiente y la del agua se combinan para tomar un «baño de lago» de lo mas sabroso. Y mientras conversábamos de los mitos del combustible e insucesos del día, concluimos que también hay otros mitos y leyendas importantes que debemos registrar en estas crónicas.
Mito dos: Así como se habla de la «Patasola«, del «Hombre-Caimán», de la «Monja sin Cabeza» ó del «Mohan» y son nuestras leyendas, que se han contado de generación en generación y de esta forma pasan a ser parte nuestra cultura, así mismo el cuento de los bandidos de carreteras en Honduras, las maras en Guatemala y las maras salvatruchas en El Salvador ó los bandoleros de caminos en Chiapas son leyendas populares que se han venido creando para asustar a los niños y amenazarlos con que éstos demonios se los llevan si se orinan en la cama ó dicen mentiras. Hemos hecho éste recorrido en la tranquilidad mas grande (eso sí a la luz del día) y podemos garantizarles que esos fantasmas NO existen !!! No se dejen engañar como niños chiquitos.
La metamorfosis de la Arepa. Por último, queríamos también hacerles partícipes de una observación socio-científica. Es bien interesante registrar cómo nuestra tradicional arepa de maíz, bien colombiana, casi siempre gruesa, a veces con queso adentro, va reduciendo su espesor a la mitad en Panamá, en donde se encuentra algo parecido, conserva el nombre de arepa pero es blandengue, otra reducción sucede en Costa Rica y así en cada uno de los paises centroamericanos, va variando su textura y el nombre, luego aparecen como tortillas, para finalmente convertirse en estas fajitas mexicanas.
YA LOS ESTAMOS ESPERANDO!!!!!!!!!
ESCRIBAN PARA SABER APROXIMADAMENTE CUANDO LLEGAN ACÁ PARA ESTAR PREPARADOS.
Besos Tío,
Paula.
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Interesantes comentarios, más sin embargo, hay que aclarar que respecto a si las arepas se transforman en torillas o viceversa, hay que recordar las similitudes de los chapatis de India, el pan pita en Grecia, Turquía y los países árebes; las tortillas mexicanas y sus sopes, tlacoyos, sopitos etc., todas son parecidas y fueron ceadas atendiendo necesidades particulares que fueron resueltas tomando elementos del inconsciente colectivo, de ahí sus similitudes. Sería inutil decir que unas surgieron de las otras, mejor hay que conocer todas sus variantes y disfrutarlas.
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