Reportaje de Gonzalo Bueno
Hoy salimos de Ollantaytambo temprano, sin imaginarnos que fuéramos a tener una de las mejores jornadas, si no es que fue la mejor, de este viaje. El día estaba semi despejado. La ruta nos llevó inicialmente de retorno a Cusco y luego de un par de kilómetros rumbo al sur (Puno), desviamos al Oriente camino a la selva amazónica peruana, específicamnete a Puerto Maldonado, por una carretera nueva, recién terminada y deliciosa que han denominado la Transoceánica Sur; esto se hizo en medio de un convenio Perú-Brasil para comunicar Atlántico y Pacífico.
Como en la jornada larga anterior, al principio la carretera serpentea en un ascenso fortísimo. Sin embargo, recuerden que en Cusco ya estábamos a tres mil y tantos metros. Fuimos dejando el hermoso Valle del río Vilcalmota a nuestras espaldas.
Y el ascenso constante en pocos kilómetros nos llevó a los cuatro miles con facilidad. Creo que en esta oportunidad conseguimos mejores fotos descriptivas de este serpenteo.
El día, como decía arriba, no podía estar mejor porque el sol se asomaba de vez en cuando y la temperatura en lo más alto de la Cordillera estaba en 7*C, con lo cual es más placentero disfrutar del paisaje. Es el denominado paso del alto del Abra Pirhuayani, un lugar que a continuación sigue por varios kilómetros en medio de picos y planicies nevadas ofreciendo el paisaje más espectacular que Uds. puedan imaginar.
Entre los mas conocidos estan los nevados Auzangate y Callangate que rodean la Laguna Singrenacocha. Es comparable con los más deliciosos sitios de esquí en los Alpes y nos trajo a la memoria muchos recuerdos de los glaciares en Alaska. Este lugar es increíble!! Esperamos que con las pocas fotos que publicamos acá, se hagan una idea cercana a la realidad.
No acaba uno de digerir tanta belleza cuando el camino lo mete sin agüero en un tobogán gigantesco. Comienza un descenso vertiginoso y prolongado que termina en la selva peruana. Que contraste tan grande con los desiertos del litoral. Una vegetación exuberante, pocos colonos y poca explotación agrícola. La construcción misma de la carretera dejó la semilla de incipientes caseríos donde seguramente funcionaron sus campamentos de obra, hoy habitados tal vez por ex-empleados de la misma. Y a su alrededor se empieza a ver el desmonte. Pero en general es un panorama de bosque nativo virgen, denso, con ríos caudalosos que bajan de esas sierras nevadas.
Puerto Maldonado es una ciudad pequeña capital del Departamento Madre de Dios, a orillas del río Madre de Dios. Igual que en Mocoa, conseguimos un restaurante excelente donde comimos un pescado de río hecho a la plancha envuelto en hoja de platanillo, con hierbas …. Una delicia!!
Pero como todo no puede ser perfecto en la vida, escribo esta crónica con un ruidajón de música, típica de bar de pueblo, que fácilmente va durar hasta mas allá de la media noche. Como pensamos a Pedro y Juanita en estos casos….
Mañana llegaremos al Brasil…
Negrita y Gonzita que fotos!!!! Es muy rico compartir estas cronicas y disfrutar sin ir en la moto … Como si fuéramos en ella jajaja y la música esta deliiii! Un beso grande para los dos y buen viaje en Brasill. Patricia
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Que fotos G&G. Increibles los cambios tan radicales de nieve a selva. Tal vez este paseo me ha salido mas caro a mi que a uds… por animarme tanto por uds termine con esta nueva. 🙂 fuerte abrazo y mucho pulso en el cruce amazonico.
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Fantásticos paisajes, buenas fotos y como siempre agradable crónica. Ahora, a chupar calor húmedo y a practicar tu «portuñol»
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Que buen paseo, peru les deja ese recuerdo, un fuerte abrazo .
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Que buena experiencia esta de pasar de la nieve a la selva amazonica en solo unas horas!!!Muy chevere hermano, sigan gozandose esa experiencia unica!!!
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Que buen viaje Gabriela y Gonzalo. Un saludo muy cordial.
NGP
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