La salida del valle de Napa, con sus viñedos recién podados y pelados, fue casi al medio día. Después de recolectar la cosecha, en invierno acaban de perder sus hojas y en esta época los podan y están volviendo a retoñar apenas. Las carreteras que usamos son secundarias y ahí la velocidad baja bastante, mas a un cuando le toca a uno irse muy juicioso detras de una patrulla, a 35 millas por hora, durante no se cuantos kilometros… Pero esto da tiempo para conversar mas con mi copilota y compartir mas el disfrute del paisaje.
http://www.youtube.com/watch?v=CwKd-pe4jG0
Teníamos una larga jornada pues el cierre de la carretera 120 que atraviesa el parque nos obligó a conformarnos con bordearlo y mirarlo de lejos. No alcanzamos a imaginar como hubiera sido ese paso, si lo que nos toco en cambio estaba de lo mejor. Miren como nos fue apareciendo ahora el paisaje:
http://www.youtube.com/watch?v=cpx8spE1pYY
Sabíamos que al seguir hacia el norte, el clima iría enfriando mas y mas. Nos dirigimos al Lago Tahoe hacia Carson City y Nevada. Después bajamos al sur por el limite entre Nevada y California. Los paisajes que se van presentando al subir la cordillera están caracterizados por muchos bosques, riachuelos de aguas muy limpias, y mucha nieve que aun conservan los cerros mas altos a pesar del tiempo tiempo seco y despejado en esta primavera.
En el camino hemos encontrado numerosos grupos de motociclistas, la mayoría harlistas. Tienen una muy particular de saludarse, casi un rito, bajando la mano izquierda levemente del timón hacia la rodilla y haciendo una señal de «peace» al estilo hippie. La posición de la mano en este estilo es muy lógico y simple: es donde menos descuadre produce el viento, cuando se va a buena velocidad.
Nos divertimos mucho con Laura haciendo nuestro propio rito, para sacar los brazos al tiempo y estar perfectamente sincronizados en nuestro saludo a los otros viajeros de moto.
Ese día seguimos hasta un pueblo de nada llamado Bridgeport, 800 habitantes y un Sheriff, al cual llegamos tarde, ya preocupados por el frío tan intenso. En un paraje anterior se atravesaron unos venados que hicieron frenar en seco a la camioneta que iba delante mío y casi quedamos Laura y yo debajo, como los harlistas. Sobra decir que las atenciones tanto en el hotel como en el restaurante, fueron de primera. Cuarto con internet inalámbrico que nos permitió jugar con las fotos y los videos y a Laura reservar y conseguirnos un super precio para el otro dia en Las Vegas, en el hotel Stratosphera. 
Aunque normalmente el calor es intenso, pasamos ya de tarde y estaba mas o menos normal. Las diversas rutas gringas ofrecen un montón de posibilidades, para las cuales a veces ni siquiera los aparatos GPS están de acuerdo. En mas de una ocasión discutimos con Mauricio porque el aparato de él lo mandaba para un lado y el mío para otro. Claro, esto sumado a que en otras tantas ocasiones interpretábamos mal lo que estaba diciendo el bicho. Pero en fin, ha sido tambien una buena oportunidad para aprender a manejar los juguetes.
http://www.youtube.com/watch?v=2F5j36tjdeY
Pero como todo lo bueno no dura mucho, hoy se fue de nuevo mi Laura a trabajar. Nos despedimos con mucha tristeza en el aeropuerto, de donde salió directamente para Canadá, pero al mismo tiempo con la satisfacción de haber podido compartir unos días de éste viaje. 
Seguimos pendientes! Cada vez que leo su blog amigos, pues nos dan más ganas de seguirlos.
Espero estar haciendo un recorrido similar el año entrante, así que al termino de su travesía estaré con muchas preguntas!
Por lo pronto, sigan disfrutando el viaje, los lugares y todo.
saludos
Me gustaMe gusta
Gonzalo, Mauricio… disfrutando enormemente este viaje. Maravilloso que estuviste con tu hija Laura. Espero que en Bogota hagas toda una presentacion para los Refousianos de este viaje y lo compartas con todos
se nos va a morir nuestra asociacion si tu no llegas
besos grandisimos
gio
Me gustaMe gusta