Viajeros del Sur

Reportaje de Gonzalo Bueno

Las primeras dos semanas de Eneros del 2.016 han sido de vacaciones colectivas. Prácticamente todo el país continua en modo «Natilla y Buñuelo» y si Ud pregunta la fecha le contestan fácilmente que estamos a 39 de diciembre. La Ley Emiliani, aquella que traslada los días festivos a los lunes siguientes, hizo que la fiesta de Reyes del 6 de Enero se «celebrara» el 11 de Enero. El martes 12 empezaremos de nuevo a trabajar ya mover la economía de este terruño.

 

 

Siendo así, y dado que no habíamos salido para Navidad y Año Nuevo, decidimos hacer un viaje corto por el norte de Caldas, donde empezaron a florecer muchos municipios desde los inicios del siglo XIX que aun conservan sus casonas coloniales, su arquitectura y mucho sabor. Hace 50 años el Viejo Caldas, que era un departamento enorme, fue fraccionado en tres y del sur surgieron los departamentos de Risaralda y Quindío. En el viejo Viejo Caldas, al norte de Manizales, quedaron los pueblos mas antiguos, con mas historias, recuerdos y nostalgias.

Allá precisamente era a donde queríamos ir. Por unas carreteras angostas, algunas veces aun sin pavimentar, primero llegamos a visitar Salamina, pasando por Neira y Aranzazu. Salamina, definitivamente, es un pueblo muy interesante. La conservación de sus casas impresiona desde que se llega. La gente es muy amable y permiten el ingreso a ciertos caserones, aun siendo sus viviendas privadas, para que el turista y el mundo las aprecien. Vimos muchos extranjeros disfrutando esa «cultura del café», caminando por el pueblo y saliendo a paseos organizados por las montañas y los cultivos del grano. Nos quedamos en un hotel muy bueno y acogedor, Casa de Lola Garcia, Hotel Boutique, que uno nunca se imaginaría que existiera en Salamina.

 

Posteriormente, buscamos mas al norte el municipio de Aguadas, pasando por Pácora. Tenía muchas ganas de conocerlo pues desde los primeros años de juventud era muy mentado como el pueblo de los «chachos», los mas duros entre los duros.  Debe ser porque para recorrer tan solo un par de cuadras, para ir de cualquier lugar a otro en el pueblo, se debe subir y bajar por unas calles en extremo inclinadas, que les debe dar un estado físico extraordinario. Con decirles que en moto son difíciles de recorrer.  Aguadas siempre ha sido tambien muy conocido sus sombreros y no han dejado de fabricarlos y promoverlos por todos lados.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Al salir de ahí, se baja fuertemente la cordillera para llegar primero al valle del rio Arma, muy limpio y agradable, por cierto y posteriormente nos dirigimos a La Pintada en el caluroso valle del rio Cauca. Estos ya son los límites con Antioquia, así que volvimos a tomar rumbo sur hacia Manizales, para ir a dormir en Palestina. Este municipio esta ubicado sobre una montaña-meseta que le da una vista privilegiada sobre todo el departamento, un mar de café, desde Manizales hasta Pereira y los municipios aledaños, Chinchiná, Santa Rosa de Cabal, Marsella, etc

Regresamos a Bogotá pasando por Cambao a Girardot, haciendo un reconocimiento de lo que seran nuestras próximas salidas oficiales con Ducati a Ambalema y su famoso ferry que aún se niega a morir…