Viajeros del Sur

Reportaje de Gonzalo Bueno

En este mes de Agosto de 2.017 he sido afortunado. Cuando los hijos viven lejos, poder compartir con ellos unos días intensamente, haciendo lo que nos apasiona, no tiene precio… Los lectores de reportajes anteriores en éste blog recordarán que en Febrero de este año invitamos a unos norteamericanos a realizar una Salida por el Parque de Los Nevados. Pues bien, quedaron muy contentos y nos correspondieron haciendo una invitación, a mi hijo Mateo y a mí,  para salir con ellos un fin de semana en un «Two days enduro», por sus tierras. En tan solo dos días, 350 millas (560 kms)  a través de parques naturales en el noreste del estado de California, Lake Tahoe, pasando hasta Carson City, en Nevada. Mateo tiene dos motos para este fin: Una BMW F800GS y una KTM EXC-F 350. Con la primera se sufre mas en los pasos duros, de piedras, arena, barro pero es mas descansada en los trayectos largos de off regular, ripio parejo y/o asfalto. Con la segunda, la KTM, es todo al contrario.

Los pasos «duros» es donde mas se disfruta esa moto, pues es comparable con un tractor. En los recorridos largos de ripio o asfalto, el asiento duro y la vibración propia de éste tipo de máquinas se hacen sentir. Estar, sin embargo, en la categoría «Pre-Senior» nos da unas ventajas enormes: tenemos ya el derecho de decir al hijo, «en ésta parte vaya Ud. en la moto grande»  o bien  «en este asfalto, déjeme de nuevo la 800».  Realmente, llevaba mas de 2o años sin salir a un enduro de verdad-verdad, sin manejar motos de enduro, pues nos hemos especializado mas en las salidas off por caminos veredales, propios para motos de alta cilindrada. Por ello, un 90% del recorrido lo hice en la BMW, pues a pesar de las dificultades propias del recorrido propuesto, hoy en día me siento mas cómodo en moto grande…

El viernes 4 de Agosto llegamos a la casa del organizador, Bradford Maynard. Una casa grande en medio del campo clásico de montaña americano: unos bosques enormes que lo hacen sentir a uno en medio de la nada, cuando realmente todo esta cerca… Con el desprendimiento y la frescura práctica propia de los americanos, recibió en su casa los 9 pilotos que con él saldríamos al día siguiente al «2017 Carson City Ride» o bien al «The Maynard 350» como le han bautizado su ya famosa y tradicional salida, pues la ha repetido en los últimos tres años para consolidarla.  Todos nos fuimos acomodando, bajando las motos de los trailer y procurando no incomodar con el desorden asociado: botas, cascos, pecheras, camelbacks, aceites, herramientas, neumáticos, etc. Unos durmieron en sus camper, otros en sofas, en catres de campaña… A éste viajero por ser el invitado extranjero, le tenían reservada una buena cama.

La salida la programa en esta época, final del verano, con un clima muy agradable para este tipo de evento. Solo recibe un grupo de 10 pilotos en total, incluido él mismo. No quiere crecer mas, pues eso complica mucho el asunto. Organiza todo con lujo de detalles: la ruta, las paradas, las comidas, el hotel… Su mujer, Christine, es una entusiasta que lo apoya en todo, con mucho talante ejecutivo gerencial. Son muy prácticos. Nos tenían excelente comida, pasta con salsa boloñesa para unos y carbonara para otros mas vegetarianos y unos tragos espirituosos o cervezas para compartir e ir conociéndonos mutuamente. Al día siguiente, a las 6:00 AM ya nos tenía el desayuno listo: Un self-service de huevos duros, cafe, jugo, quesos, panes y tortas… de todo!!

Y un par de horas después, cuando ya habíamos hecho una buena parte del recorrido del primer día y creíamos estar muy lejos, por todo el ejercicio realizado y el cansancio que empezaba apenas a aflorar, ella nos recibió en un camper/casa que instalan en un lago espectacular durante todo el verano, con unas «medias nueves»  que incluía mimosas, con frutas y galletas!! Todo un descreste para calentanos…

Durante todo el día recorrimos diversos parajes de Eldorado National Forest hasta llegar a Lake Tahoe y cruzar a Nevada por la sierra californiana utilizando un camino en alta montaña de paisajes espectaculares al atardecer.

Carson City, tan solo unas millas al sur de Virginia City, me transportaron a la serie de TV en la infancia, Bonanza. Los jóvenes ni sabían de que estaba hablando, pero mi amigo y solidario compañero en la categoría Pre-Senior,  Don Wilke, si recordaba esos episodios de los Cartwright en La Ponderosa.

Pilotos en esta primera parte de la gira: (De Izq  a Der)  Don Wilke, Brendan Stevens, Gonzalo Bueno,  Christopher Brum, Lucas Caminiti, Brad Maynard, Magnus Borg, Mateo Bueno, Tombo Hurlbut y Justin Wilke.

El segundo día nos esperaba con otras 180 millas (288 kms ) de buenas combinaciones de off/on. Ingenuamente creí que iba a ser mas suave. Pero que diablos!! El terreno se puso bien complicado y en mas de una ocasión tuve que cambiar de moto y sacar del baúl de los recuerdos las habilidades endureras para no caerme en la KTM.

Caminos con mucha piedra suelta, caminos que nadie utiliza en ninguna época del año (eso si, bien señalizados), subidas fuertes y barro profundo. De todo un poco!!  Después de vivirlo uno se siente feliz de haber conseguido sortear todos esos pasos mientras se disfruta de esos paisajes extraordinarios. Es un premio inigualable. Despues viene este enredo:  La cuestión de querer reportar y compartir con mucho detalle.  El video que produce Mateo es muy bueno pero no hace honor a la verdad pues no salen los pasos mas complicados, simplemente porque al llegar a ellos no se tiene la cámara prendida y casi siempre es imposible parar a acomodarla.

En un tramo del regreso, el amigo Don me dijo: «Va a llover y en el paso de la sierra vamos a tener mucho frío. Compremos unos cortavientos impermeables». Hasta el momento habíamos tenido algo de calor. Algunos iban incluso en camiseta sobre una pechera. Nunca supe si Don vio las noticias de los pronósticos en su celular o tiene realmente un instinto admirable para prever el clima, pues fue muy acertado. Afortunadamente compramos esas chaquetas, pues nos cayó una granizada de «racamandaca» que nos obligó a resguardarnos en unas cabañas.

Al poco tiempo ya estaba despejado y había un sol esplendoroso.

Me decían que son muy comunes estas tormentas cortas de verano. Regresamos a casa de Brad al final de la tarde. Nuevamente los pilotos acomodamos motos en los trailer y salvo Mateo y yo todos regresaron a sus ciudades de origen bien cansados a trabajar al lunes siguiente. Nosotros seguimos abusando de la hospitalidad de nuestros anfitriones, pues al día siguiente nos esperaba una etapa de transición de 850 millas (1.360 kms) desplazándonos hasta Utah, donde se desarrolló la segunda parte de este periplo. En los próximos días intentaremos tener la nueva crónica de esta aventura Padre-Hijo

Video

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