Travesía Cañones de Santander

Reportaje de Gonzalo Bueno

Quienes disfrutamos las salidas en moto por lugares recónditos, sabemos que hay aventuras de aventuras. Y cuando se presenta una de esas que consideramos  «imperdibles», porque la ruta es desconocida, porque desde que la plantean nos llama poderosamente la atención,  no hay forma de que nos saquen del paseo…

El fin de semana anterior acompañamos la invitación de MotoRaid Adventure a recorrer parte de los cañones de dos importantes ríos de Santander: el río Suárez yendo de Velez hacia el norte, hasta Barichara, en el primer día. Posteriormente recorrimos parte del cañón del río Chicamocha, desde el famoso «Pescadero» y tomando hacia el sur, en el regreso a casa. La convocatoria generaba una gran expectativa por el reto que implicaba el recorrido y tuvo un éxito total, al punto que Jorge H. Uribe, gerente de MotoRaid,  tuvo que cerrar inscripciones con alguna antelación y dejar algunos amigos por fuera de esta salida. Para un recorrido tan exigente es muy difícil organizar la logística de un grupo con mas de 20 pilotos. (Mas tres motos de Staff) . Ver Grupo de Participantes AQUI     Adv Cañones Participantes

Bogota - Velez - Barichara Con doble click sobre la foto amplia detalles
Bogota – Velez – Barichara
Con doble click sobre la foto amplia detalles

En una reunión de pilotos previa a la salida, se entregaron los tracks para GPS, se aclararon muchas dudas de lo que enfrentaríamos.  Pero, como es de suponer, esas indicaciones tipo «en esta zona hay mucha arena y piedra suelta» o bien «si llega a llover en la región, como esta sucediendo a pesar del fenómeno del Niño, habrá mucho barro», mas que tranquilizar genera mas incertidumbre.

La cita para iniciar este «paseo» no dejaba dudas de la dureza que nos esperaba el fin de semana:  4:45 AM en La Caro, a 20 kms al norte de Bogotá. Es decir, al momento de salir, ya estaba uno con sueño y cansado… Pero cumplimos y salimos en el horario establecido (casi todos, solo un piloto del grupo se quedó sin despertador y nos alcanzó en carretera después de 184 kms). Rodamos al amanecer con las carreteras descongestionadas, a buen ritmo. En Barbosa nos esperaba un desayuno reforzado, que todos tomamos sin remilgos y sin desperdiciar nada, pues en este tipo de salidas uno no sabe que pueda pasar, ni cuando será la siguiente comida… Efectivamente, al almuerzo llegamos sobre las 7:00 PM.   Pero en fin, es importante contar y mostrarles porque suceden estas cosas.

De Barbosa salimos para Vélez, hacia las 9:00 am, todos con ganas de empezar el cuento de los caminos destapados: a lo que vinimos, pues !! Y arrancó la diversión. Lamentablemente la sabrosura no duró mas de una hora, cuando se nos presentó un primer inconveniente:  la noche anterior había llovido mucho y una Yamaha Superteneré se complicó con un resbalón sencillo, el cual le produjo un daño serio que no le permitió seguir. Sin embargo, todo el grupo esperó solidariamente por casi una hora o mas para ver que pasaba, hasta que finalmente no se pudo resolver su caso mas que embarcando la moto en un camión rumbo a sus orígenes. Lamentablemente las salidas off-road tienen este tipo de riesgos. Para las motos muchas veces está reservada la peor parte, pues no están exentas de que se le dañe o se les parta alguna pieza en una caída «boba». Es fácil resbalarse en piedra suelta, barro o arena y nos pasa a todos. Pero ese es el riego que hay que correr para llegar a sitios de nuestra geografía, tan espectaculares como el llamado Hoyo del Aire.

Hoyo del Aire Foto de Photoarchive - Internet
Hoyo del Aire                                                                       Aero Foto de Photoarchive – Internet

Este lugar, al norte de Chipatá pero perteneciente al municipio de La Paz, es un misterio total de la Naturaleza. Dicen los vecinos de la región, que algunos genios, sabios y científicos que los han visitado, aseguran que fue producto de un meteorito que cayó hace millones de años. Tiene unos 170 mts de diámetro y unos 200 o mas de profundidad, según lo informa la página web del municipio de La Paz. Es bueno para el turista conocer de antemano la foto-aérea de arriba, para darse una idea general de la dimensión y la magnitud de este hueco.

Parking Lot del Hoyo del Aire
Parking Lot del Hoyo del Aire                                           Foto Viajeros del Sur

Para llegar al borde hay que dejar las motos y bajar caminando unos 500 metros, por una cuesta muy inclinada, tupida de vegetación, por lo cual no es posible verlo de lejos ó en plenitud hasta que se llega a él. Cuando se aparece, es majestuoso.  Uno siente ese particular asombro que produce enfrentar y deleitar los fenómenos de la madre natura. Para evitar ser devorado por ella hay que pararse en el borde con mucho respeto y algo de precaución.

Llegando al borde....
Llegando al borde….  Pero no mucho !!  Al fondo casa de maquinas del «ascensor»

Guarda el Hoyo del Aire también las ruinas de un antiguo elevador o ascensor rústico, que construyeron empíricamente con un motor, unas poleas y cables de acero. El peso de la canastilla con una o dos personas colgando a 200 metros de profundidad, desprendía constantemente las bases de la caseta donde estaba anclado el motor y amenazaba al cliente con recibir el «guanabanazo» del mismo aparato sobre su cabeza, aterrizando en caída libre. Hoy en día el lugar es un paraíso para los deportistas profesionales amantes del rapel que bajan (y tendrán que subir del mismo modo) con sogas y clavos por sus paredes.

Vista desde el Interior - Foto de la Pagina Oficial del Municipio de La Paz
Vista desde el Interior –                      Foto de la Pagina Oficial del Municipio de La Paz

En cuanto hacíamos esta visita, en la que hay que entrar y salir por el mismo camino, otra de las motos Yamaha Superteneré tuvo un inconveniente: se le hizo una fisura en la culata con una piedra y estaba perdiendo aceite. Sin pensarlo mucho Juan Valderrama y Javier Trujillo se quedaron haciendo una reparación con «Masilla Epóxica» que funcionó perfectamente, fue extra-rápida y salvó el paseo. Ver detalles.

Del Hoyo del Aire seguimos a San Benito,  San José de Suaita y Guadalupe. Las lluvias recientes se empezaron a notar en el deterioro del camino.

Algunos pasos complicados
Algunos pasos complicados                                                          Foto Viajeros del Sur

Pero con mucha paciencia fuimos sorteando estas dificultades. No faltaron pues unas «escurridas» de moto, pues no se paraban físicamente en ese barro y tambien una que otra caída de verdad-verdad con revolcada de piloto en el lodo; afortunadamente, todas fueron sin novedades médicas,  sin heridas serias, solo raspones y/o lesiones leves, aunque como decíamos arriba, debemos confesar que varias motos salieron de este tramo con novedades… (Una exploradora, un direccional, un espejo averiado)

Paso complicado con escalones
Paso con escalones                        Foto en busca de Autor

Como se aprecia en la foto arriba, el recorrido era variado. No siempre la dificultad es el mismo barro; en otras ocasiones las piedras sueltas, las subidas/bajadas fuertes hacían la diversión…  Pero así fuimos saliendo hacia Guadalupe, a paso lento, con mucha solidaridad entre todos.  Y ese fue tal vez el mayor problema. La organización, que buscaba hacer mas ágil el recorrido, estableció en la reunión previa a la salida números para cada piloto y unos grupos que no funcionaron. De esta forma no son 20 los que están esperando en cada paso difícil, viendo como dos pilotos ayudan a un tercero a levantar su moto. Esto debería hacerse solo con los de su grupo de 6 o 7… Afortunadamente, confieso con orgullo, la Ducati embajadora, a pesar del barro intenso, no retraso el grupo ni necesito de mucha ayuda.

Ducati Multistrada
Ducati Multistrada  –   Foto Viajeros del Sur

Total hacia las 7:00PM estábamos llegando a Guadalupe, donde nos esperaban con el almuerzo. Las dos cajas de bocadillos que repartió Roberto Zuleta durante el día no fueron suficientes para calmar el hambre que produce el ejercicio. MotoRaid Adventure había encontrado y contratado la alimentación en una finca a la cual se entraba por un caminito clásico de predio rural, con dos huellas sobre pasto en bajada pronunciada. No se podía apreciar mucho el paisaje circundante por la oscuridad que ya reinaba a esa hora. Frente a la casa campesina, habían preparado en unas mesas al aire libre un piquete típico santandereano, con carne oreada, pepitoria y demás, acompañado de una deliciosa naranjada endulzada con panela. Dura combinación que hizo estragos estomacales en los días siguientes, en un 50% del grupo. La salida fue muy simpática. En mitad del almuerzo comenzó a tronar y simultáneamente comenzaron a caer unos goterones gigantes anunciando un aguacero. Recordando la entrada en pasto y lo resbaloso que se pondría, salimos en estampida !!  Los últimos en salir ya no lo lograron tan fácil, se cayeron algunos y acumularon puntos en su historial de daños. Escampamos en el pueblo un buen rato mientras salían los atorados en la finca y de ahí tomamos una salida directa a Oiba, (este era el plan B para el caso de presentarse demoras, y la demora ya era de varias horas). Tomamos luego la ruta nacional, normal y asfaltada, a San Gil y Barichara, a donde llegamos poco antes de las 11:00 PM.   Fue un día pesado….

Barichara - Cipatá - Málaga - Bogota
Barichara – Cipatá – Málaga – Duitama –  Bogotá

Al día siguiente, el jaleo empezó nuevamente de madrugada. A las 6:00 am  ya estaba el grupo listo para salir. Se había podido descansar un poco, pero la jornada del día anterior aun hacia mella. Había llovido intensamente en la madrugada y la Organización decidió cancelar la salida por Villanueva pues nos podríamos complicar aún desde antes de desayunar y eso pone a la gente de muy mal genio !! Así las cosas, salimos por asfalto a San Gil y desde ahí hacia Bucaramanga, hasta encontrar en el Alto de Chiflas los mejores paraderos de los camioneros. Son ellos expertos en exigir el desayuno reforzado del que hemos hablado: caldo de costilla ó changua, con huevos pericos y arepas santandereanas con queso, o con carne oreada, chocolate, jugo, tinto adicional, una gaseosa, etc etc.

Una vez terminada esa «tanqueada» comenzamos a descender el famoso «Pescadero» con sus profundos abismos sobre el Cañón del Chicamocha. Lastimosamente, dos más de los participantes decidieron renunciar en este punto a continuar y tomaron ruta de regreso a Bogotá, por el desapacible asfalto…  Ya eran tres bajas en el grupo. Yo sé bien que a ellos les gustan las rutas alternas, pero tenían compromisos en Bogotá y temían que el regreso se complicara un poco. Había en todos nosotros una gran expectativa por lo que seguía.  Pasando la entrada del Parque Natural del mismo nombre, Chicamocha,  se desvía una estrecha carretera, hacia el abismo, muy angosta y pintoresca. Conduce al municipio de Cepitá, a orillas del río.

Cañón del Chicamocha
Cañón del Chicamocha               Foto Viajeros del Sur

Quienes han estado en Pescadero saben bien de las condiciones de vegetación y clima. Es muy desértico y permanece sobre los 42°C a la sombra !!

Refrescando la Varada Foto de Adrian Belgerot
Refrescando la Varada                                           Foto de Juan Manuel Valderrama

Los pantalones y las chaquetas de moto, los guantes y los cascos, se vuelve un martirio tener que usarlos.  Pero lamentablemente toca!!

Salida de Cepitá
Salida de Cepitá                                                                         Foto de Adrian Belgerot

De Cepitá para arriba comenzó lo mas duro de esta salida !! Inicialmente con mucha arena resbalosa. A medida que la subida se hacia mas y mas inclinada, el piso era mas firme, sin tanta arena, pero  ahora se presentaba con piedra suelta y cascajo volando, que son muy desestabilizadores.

Congestión en la vía
Congestión en la vía                                         Foto de Adrian Belgerot

Las caídas se hicieron mas frecuentes. Y el ejercicio de levantar la moto era agotador por el calor. Adicionalmente, una moto caída genera congestión, los que van atrás pierden el impulso y como esto es en las subidas mas fuertes, volver a arrancar es bien trabajoso. Es decir, todo se va volviendo un círculo vicioso: _ Entre mas agotado, mas posibilidades de caer de nuevo…   Otra caída y mas agotado queda el cliente _. El resultado final fue que 5 motos adicionales desistieron de continuar, dieron media vuelta y regresaron por donde entramos. Así, se completaron 8 bajas en total. Y por lo que supimos despues, bajando tambien algunos repitieron  las mismas caídas que les quitaron el aire subiendo…. Afortunadamente la Embajadora no le pidió a este cronista que la levantara ni una sola vez, en esta segunda jornada.

Una vez se llega a la parte alta, la situación se suaviza enormemente y el recorrido sigue con carreteras veredales decentes, esto es, destapadas pero de tránsito normal y suave. Subimos hasta un pueblo llamado San Andres y luego a través de mucho terreno montañoso de subidas y bajadas, con asfalto intermitente al parecer en construcción,  fuimos hasta Málaga donde empieza nuevamente el asfalto continuo.  Mas adelante llegamos a Capitanejo, también a orillas del rio Chicamocha,  que siempre se ha caracterizado por ser un horno total, pero la tarde ya estaba en su fin y había algo de lluvia refrescante. Subiendo un poco mas, hacia Tipacoque, paramos a almorzar a la orilla del camino. Esta vez llegamos a una hora mucho mas decente: eran solo las 5:00PM !! Pero como es de esperarse fue un alimento muy necesario y reparador, pues nos quedaban aún algo mas de 300 kms para llegar a la casa.

Este último tramo de la travesía se hizo en tres etapas similares, casi que por instrumentos. Una parada en Belén de Cerinza y otra en Ventaquemada, donde acompañando un ponqué, un dulce, un arequipe o un bocadillo, no faltaban los Redbull o bien los Viva 100 o mejor aun (en mi caso) el muy criollo dopaje estudiantil para trabajos finales, de tinto con aspirina.  Llegamos a la casita en Bogotá nuevamente a las 11:00 PM, muy cansados, con la satisfacción del deber cumplido y el espíritu lleno del majestuoso paisaje atragantado en dos jornadas de locura.

NOTAS DE LA EMBAJADORA

Esta ultima parte de la crónica es un poco mas técnica.  Hago un epílogo especial para hablar de mi moto.

Embajadora Roja
Embajadora Roja     Foto de Jorge H. Uribe

En el caso específico de La Embajadora Roja, la DUCATI Multistrada S se portó muy, pero muy bien. Como algunos de Uds. saben la moto trae predefinidas 4 formas de manejo, estas son: Sport, Touring, Urban y Enduro. Estas formas predefinidas se pueden modificar al gusto del usuario y dejar grabadas en el computador de la motocicleta, de acuerdo a su muy personal forma de sentir el mejor desempeño de cada variable. En cada una de estas formas, la moto le permite al usuario pre-grabar los valores de 7 variables básicas:

  1. Motor (Low, Medium, High => de 100 hp a 160 hp )
  2. Control de Tracción (Off + 8 niveles de intervención)
  3. Control de levante de la llanta delantera (Wheelie – Off + 8 Niveles de Intervención)
  4. Control ABS (Off + 3 posibilidades adicionales)
  5. Ajuste suspensión delantera (5 niveles)
  6. Ajuste suspensión trasera (5 niveles)
  7. Precarga de la suspensión (4 posibilidades)

Personalmente cambié parte de la programación que viene por defecto para el modo de manejo Enduro y me funcionó muy bien en las distintas condiciones de terreno de esta travesia. Primero, le dejé el ABS con intervención adelante, pero desconectado atrás. Esto sirve mucho en bajadas pronunciadas, en las cuales de otra forma es «prohibido» usar freno delantero. En este caso se puede usar moderadamente, pero ayuda mucho. Por otra parte le desconecté totalmente el control de tracción. El «default» viene con una intervención baja, nivel 3, pero en subidas muy fuertes me cortaba el paso de combustible y eso alcanzaba a incomodar. La suspension de cada eje se puede colocar en uno de estos 5 niveles: Muy Suave, Suave, Normal, Duro o Muy Duro. Dadas las condiciones de viaje las puse ambas en MUY SUAVE  y vi como se exigían al máximo observando el recorrido de los telescópicos. Funcionó muy bien. Por último, como mencioné arriba, colocamos la llanta HEIDENAU K60 Scout 170/60 R17 atrás y una HEIDENAU K73 120/70 17 adelante.  Porque la autorización de manera experimental ? Porque en el caso de la llanta trasera el ancho es un poco menor. La original es 190/55. Han funcionado muy bien para lo que nos hemos propuesto.

Muchas, si no todas, las motos que iban en este viaje presentan ese inconveniente. Por ejemplo, quitan el Control de Tracción o el ABS. Pero en mitad del recorrido,  cuando apagan la moto en un descanso, en una empujada o por cualquier motivo, la moto vuelve a sus «setting» originales y tienen que volver a colocarlos como les gusta. En la Ducati quedan grabados !!

Como pueden ver en la lista de participantes (ver listado AQUI Adv Cañones Participantes) había todo tipo de motocicletas. Por ello me pareció muy importante retroalimentar la experiencia, haciendo a los compañeros de viaje una pregunta muy sencilla y concreta: «Que impresión le deja el desempeño de la DUCATI Multistrada en esta travesía?» Las respuestas fueron muy generosas conmigo y las agradezco, pero estoy convencido de que el resultado que vieron depende mas de la moto que del piloto. Una buena máquina, con tantas ayudas y tecnología es la que hace que uno maneje con mas tranquilidad y pueda sortear obstáculos con aparente facilidad… En aras de la transparencia, las transcribo literalmente.

Ver respuestas en este link OPINIONES DE PILOTOS SOBRE LA DUCATI MULTISTRADA

 

 

 

 

 


5 respuestas a “Travesía Cañones de Santander

  1. Hola Gonza: que buen relato de la travesía, tan detallado que casi la «viví» sin ser «endurista» !!! Felicitaciones a los participantes, especialmente, a mí Rafa, pues sé que estaba «en su salsa» , a pesar del cansancio e inconvenientes propios del terreno. Que sigan disfrutando de nuestra linda Colombia, con sus viajes nos ayudan a recrearnos en la belleza de país que tenemos. Un abrazo

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  2. Gracias Gonzalo por sus viajes y crónicas. Esta ruta es excelente, muy retadora, la mejor aventura y los mejores paisajes.

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