Rumbo a Rio


Reportaje de Gonzalo Bueno

De Salvador a Rio de Janeiro nos quedaban tres jornadas. En la primera, con salida en Ferry para cruzar «La Bahia de todos los Santos» y tomar rumbo al sur, nos recibió el día con un aguacero de todos los santos también… No es fácil salir en esas condiciones, pero había que hacerlo. Y todo el día fue una seguidilla de lluvia y sol, de nuevo lluvia y otra secadita…
En el Ferry
En el Ferry
Viajamos siempre por la carretera 101, que aunque no es la mas rápida, es la que va más cerca al mar. Esa noche dormimos en Puerto Seguro, una pueblo grande y turístico, con mucha opción hotelera a lo largo de las playas. El mar estaba un poco turbio, por las lluvias, lo cual le quitaba un poco de su encanto. Adicionalmente, como un Tolú grande (nuestro destino popular en el Caribe), se veía mucho «Plan Chancleta», esto es, horadadas de grupos familiares, con la tía universal, la abuela pechichona, el primo simpatía, quienes después de mucho discutir y con un par de reales en el bolsillo se decidieron ir al mar por unos días.
Afortunadamente en la segunda etapa el tiempo mejoró mucho. Como lo anotaban los viajeros de Transasia, es muy difícil evitar que el agua entre en los compartimentos laterales, por más pinta de maletas metálicas herméticas que tengan. Sin embargo, un desarrollo local de maletas impermeables internas nos ha dado muy buenos resultados pues aunque uno las encuentra navegando en un charco y las saca escurriendo, por dentro la ropita está siempre bien seca… Pasamos al estado de Espíritu Santo y cruzamos de largo por su capital, Victoria, buscando un lugar más tranquilo para pernoctar. De esta forma seguimos hasta Guarapari, una ciudad pequeña pero con mucho más desarrollo turístico y hotelero que el Puerto Seguro del día anterior. Acá el turismo es totalmente diferente. Guarapari es el destino de muchos viejitos jubilados y la playa de los mineros (los habitantes de Minas Gerais, que no tienen salida al mar como estado). El mar y las playas estaban realmente deliciosas.
Amanecer en Guarapari
Amanecer en Guarapari
Vista desde el Hotel
Vista desde el Hotel
Río como destino tiene muchos significados. Es una hermosa ciudad turística, pero más allá de sus encantos, fue el lugar donde hice una maestría en Matemática Pura. Viví allí por casi 4 años, período en el que nacieron mis hijos Laura y Mateo. Buenas amistades y muchos recuerdos quedan desea época. Como llevamos mucha ansiedad por llegar a Rio, en estas dos jornadas hemos avanzado bastante de tal forma que en la siguiente podamos tener más tiempo disponible. Por eso, muy a nuestro pesar, nos levantamos en estas playas a ponernos uniforme de moto y seguir. Gaba ha mejorado mucho el idioma y al tomarnos la foto que sigue decía que ya le tenía el título: «Saudades da Praia que eu nunca peguei»
Playita que no pudimos disfrutar
Playita que no pudimos disfrutar
Ya sé que más de uno me va a insultar y a echar vainas por llevar este ritmo tan apretado, pero por ahora (antes de jubilarme y antes de que sea realmente millonario, lo cual no demora mucho) es la única forma de hacer estas locuras…
Corcovado desde el puente Rio-Niteroi
Corcovado desde el puente Rio-Niteroi

Llegamos a Río de Janeiro temprano para nuestros estándares, tipo 3:30 PM. Hacía treinta y pico de años que no venía y los recuerdos se atropellaban en mi cabeza. Empezamos por darle a La Negra y a mi espíritu un tour de moto, que es lo mejor que tiene uno para andar, no solo en estas ciudades congestionadas sino a diario, cierto?


12 respuestas a “Rumbo a Rio

  1. Gonzalo:
    Los estoy acompañando en su periplo con gran gusto porque me recuerda mucho mi vuelta a Sur América en moto.
    Sé el problema de las maravillosas maletas de aluminio. Un pis de pajarito les entra.
    Te sugiero lo que hice y me ha ayudado mucho.
    Con un taladro y una mecha no gruesa, abres 4 huecos en los extremos de las 3 maletas y así el agua drena bastante y evita malos olores y acumulación de hongos.
    Lo otro: te untas el dedo índice con tu saliva y colocas de a poco un hilo de silicona negra encima del «aislante» o sello que traen las maletas. Eso ayuda.
    Y lo otro es que a veces al cerrar las maletas se queda por fuera alguna tira o pedazo de tela o el hilo de metal que sostiene las tapas y por allí entran las cataratas.
    Saludos y que Dios les siga acompañando.
    Buen viaje
    Francisco Sanz Brandt
    Caracas, Venezuela.

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    1. Francisco,

      Asi es… Todos los puntos que mencionas han sido analizados y en todos tienes razon.
      Sin embargo, fijese que la ropa sale SECA. Lo importante es esa maleta de lona interna, impermeable 100% que se disenho en Bogota y funciona muy bien, tanto para Pedro como para nosotros.

      Gracias por los mensajes.

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  2. Gonza y Gabriela: que bueno verlos tranquilos, relajados…ya por zonas turisticas y coronando etapas sin problema. Las fotos siempre muestrando lo interesante del viaje. Gabriela ya es toda una «garota». En una de las fotos (de la moto y no de la garota) se ve que la llanta trasera sigue fresca……buena propaganda. Todas las marcas registradas de «black river» se estan portando a la maravilla… asi que a patentar diseños…. Seguimos muy pendientes recorrido, abrazos, Arturo.

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  3. Que bien que la ropita este seca Gonza!!No hace falta que agradezca lo exigente de su amigo con black river industries…y eso que casi le cuestan una amistad…

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  4. Profe!!!! Que envidia de paseo…. Sigan reportando ese sueño de muchos, como yo. Espero algún día poder hacerlo y enriqueserme con sus experiencias. Un abrazo y buena mar….

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