Viajeros del Sur

Reportaje de Gonzalo Bueno

Puerto Maldonado, nuestro quasi-último destino en Perú nos recibió en un hotelito de dos pesos, que sin embargo era lo mejorcito que había. Como ya habíamos reseñado tuvimos una cena deliciosa y nos fuimos a descansar en medio del ruido local de bares, moto-taxis y pitos que incesantemente nos sonaban en la ventana. Al dia siguiente salinos para el Brasil, pero sin prisas. El Tio Google nos indicaba que a Rio Branco eran solo 380 kms. Por eso tomamos todo con mucha calma, desayunamos el escaso menú que estaba incluido en los mismos dos pesos del hotel y salimos, por primera vez creo, a las 9:00AM.  Camino a la frontera nos sentimos un poco despistados por lo largo del trayecto inicial: 220 kms hasta Iñapari, el punto de salida del Perú.

Los documentos y los trámites de Aduana transcurrieron sin ninguna novedad y muy rápido en este lado. Incluso las firmas y los sellos de mi Libreta de Paso por Aduana, documento original de Los Viajeros del Sur que diseñé e inventé para este viaje. (Después le hago una crónica especial a este documento). En el Brasil, al cruzar un puente, la situación fue aun mejor. Solo sellan el pasaporte, sin necesidad de llenar formatos, ni nada extra, y para la moto NO se necesita nada !! Si el vehículo está a nombre suyo, no necesita nada ni hacen documento de internación. Sin embargo, como amigo de la burocracia y de los documentos engorrosos, les hice firmar mi propia libreta mencionada arriba, sin problemas. Cambiamos la tarjeta SD del GPS para obtener los mapas del nuevo país y vámonos !! Ahí, empezaron las sorpresas. Para comenzar la carretera inicial está en un estado vergonzoso (para ellos), llena de huecos y problemas. Pero se les anota que se ve mucha re-construcción de la misma, gente trabajando y colocando asfalto nuevo. Pero lo mas grave fue que descubrimos en ese momento que nos faltaban todavía  330 kms . O sea 550 kms y no los 380 que pensábamos. Y a todo esto súmele el hecho de que por el cambio horario ¨perdimos¨ una hora. Todo aquello nos descuadró mucho pues queríamos llegar temprano y hacer una serie de tareas en Rio Branco para las cuales aun hoy no hemos tenido tiempo en horario diurno laboral: comprar una tarjeta para el celu y otras cositas de supermercado, etc.

Por otra parte la temperatura ha venido subiendo poco a poco. Pasó de los primaverales 24º C  a los ya calientes 32ºC en la tarde. En fin, llegamos a Río Branco sudando la gota gorda y muy cansados !!  El cambio de país lleva tambien consigo un cambio del entorno y del medio ambiente total. En el Perú, con sus carreteras y pueblos nuevos, casi para estrenar, aun se siente la selva – selva. Al cruzar al Brasil, ya se ven muchas haciendas poderosas, con ganadería extensiva ó cultivos de caña de nunca acabar…  Monte desmontado por doquier. Es el progreso, no ?  Tuvimos pasos de ferry, sobre el rio Madeira, que distraen y es un descanso obligado.

Como se suponía que la de ayer era una etapa suave, hoy deberíamos hacer una jornada re larga, pero no fuimos capaces. Finalmente empezamos a fallar en el itinerario que nosotros mismos nos hemos propuesto.  Salimos bien desayunados, hotel excelente en Rio Branco, pero el calor empezó a golpearnos desde  temprano. En poco tiempo de recorrido ya estabamos a 35ºC y sudando como marranos bajo esa chaquetas de moto que siempre usamos por seguridad. Y ahora imaginen lo que es tener que parar obligados en la carretera, por una media hora ¨solamente¨,  sin una sombra bajo ese sol y rodeados de carros, camiones y buses cerrados, con el motor prendido y con su aire acondicionado a full….

La carretera fue cerrada para facilitar el transporte de unos equipos gigantescos que venían para una hidroeléctrica.  Nunca había visto algo tan especial y un equipo tan grande armado, de una sola pieza. Para hacerse una idea, era jalado por tres cabezotes de tractomula en fila, unidos con tubos de amarre uno a otro como un tren de locomotoras. El tercer cabezote enganchaba a su vez un par de cama-bajas, cada una de 30 llantas como mínimo. cuando  el bicho finalmente llegó, rodaba por la carretera ocupando TODO el espacio, de lado a lado, incluidas las bermas. El despliegue de policia de carreteras era total… patrullas y motos acompañantes cerrando el paso escalonadamente.  Y nosotros derritiéndonos de calor en esos 35ºC al lado de la moto….

Llegamos a Porto Velho, capital del estado de Rondonia, como a las 4:00 PM después de 550 kms y decidimos no seguir. Nos metimos al centro de la ciudad y buscamos un buen hotel. Claro, lo encontramos !! Tomamos un banho, descansamos un poco, nos reportamos a los hijos y bueno…  Nos tomamos unas cachazas de relax !  El cuento va a que cuando salimos a buscar almuerzo-comida este pueblo se había transformado (como es usual en los centros o ¨down town¨ de todas las ciudades). Aparecieron las prostis madrugadoras de su oficio, un par de travestis y otros personajes no menos agradables, en medio de los oficinistas y empleados de almacenes que esperaban transporte publico para ir a sus casas.

Comenzamos la búsqueda de un restaurante bueno, agradable y decente, para descansar con una buena cena. Pero fue imposible. Caminamos mucho y ya Gabriela estaba nerviosa con los habitantes de la noche. Finalmente, al mejor estilo del Pier 8 en San Francisco, encontramos este restaurante de anden.

El plato único que se sirve es el Tacacá, en tres tamaños..

Es una sopa con camarones, una yerba muy particular que ya no me acuerdo como se llama, pero que es como una acelga, sabe como a menta fuerte y al comerla le duerme a uno la lengua. Adicionalmente,  le echan goma, Tal cual….  Es como tener un pegante líquido en el fondo del plato, no de muy buena presencia por cierto.

Hemos visto que la goma, como producto de los arboles de caucho y afines es un elemento clave en la gastronomía de la región.  Eso fue lo mejor que encontramos !!  Volvimos al hotel sin haberla terminado pues era una sopa extraña realmente. Mal comidos esta vez…