Viajeros del Sur

Reportaje de Gonzalo Bueno

El Guavio tiene para mí un encanto muy especial. Cada vez que vuelvo a visitarlo, me gusta mas !

Como motociclista Viajero, muchas veces nuestros destinos apuntan a los reservorios de agua: represas, lagos naturales, lagunas, ríos imponentes…  Tal vez porque el mar y sus playas en bahías escondidas, estan para los bogotanos a mas de 1.000 kms, buscamos compensar con estos lugares. Y habiendo conocido muchos de ellos, les puedo decir sin temor a equivocarme, que el Guavio es de los mas espectaculares. El contraste de las montañas que lo circundan con las cristalinas aguas  azul-verdoso impresiona el espíritu. No se entiende entonces porque los gobiernos locales y nacionales no han impulsado mas el turismo, empezando por brindarle a la región unas vías de acceso decentes. 

Las carreteras estan desbaratadas !! Gachalá intenta darse a conocer y llevar al turista a su región, mediante la organización de un «Festival Náutico». Es un buen intento, pero sin vías no les llega la cantidad de gente que merecen.

Para nosotros es ideal, pues buscamos ese tipo de aventura «Off-Road» y los destapados, huecos, baches, charcos, barro etc. hacen parte de lo que buscamos. En esta oportunidad partimos muy a las 7:30AM un grupo de 6 motos: La Honda Varadero de Nicolas García P., tres motos BMW 800GS  de Hernando Peña, Javier Rugeles y Sorel Castellanos, una Yamaha XT 600 de Victor Nova y la BMW 1200GS Adv de éste cronista.  El día estaba un poco encapotado, con muchas posibilidades de lluvia en Bogotá. Pero San Pedro nos trató excelentemente y no recibimos ni una llovizna en todo el trayecto. La primera parada es en Gachetá, donde el Caldo de Costilla y/o una buena changua refuerza el desayuno. A continuación entramos por el sur a  Gama para bordear la Represa del Guavio en todo su esplendor. El puente de entrada a Gachalá, donde hasta hace poco se practicaba el «bungee jumping» desemboca en un extenso túnel de los muchos que tendríamos que cruzar en esta jornada. Nos enteramos que por un accidente mortal, se acabó con la práctica de este deporte extremo en el lugar.

Llegamos a Gachalá, como les contaba, en medio de las fiestas náuticas. Las cuatro calles del pueblo cerradas, la salida a Ubalá cerrada. Policía, bomberos y Defensa Civil no dejaban pasar. Un poco folclórico, pero nos estacionamos con algo de resignación a esperar que terminara el Triatlón. Afortunadamente solo faltaba UN corredor (deberian ser 8 maximo y los tenian contados) y el rezagado apareció mas pronto de lo esperado. Bordeamos la represa y en Ubalá hicimos una parada técnica de descanso para los 60 kms de carreteable que nos esperaban hasta la Represa del Chivor.

Este tramo era nuevo para mí. Esperaba encontrarlo en peores condiciones, pues el invierno ha sido fuerte en los últimos días, pero realmente está muy aceptable para lo que buscamos (no para carros, claro está).  Salimos rumbo al municipio de Santa Rosa, pasando por unas enormes minas de hierro-niquel, de Acerías Paz del Rio que tienen desbaratada una montaña entera con sus palas mecánicas escarbadoras. Pero despues de éste golpe al espíritu ecológico, se vienen unos valles profundos y unos montes de bosque húmedo virgen, unas cascadas, en fin, todo aquello por lo que vale la pena esforzarse y arriesgarse (siempre hay buenas probabilidades de darse un «suelazo»),  para lo cual trataré de reportar graficamente:

Valles y montañas son difíciles de describir, aun con fotos

Bellas caidas de agua en el camino

Esta otra cascada surge majestuosa entre dos peñas gigantes

 Finalmente la cascada mayor, a la entrada del túnel del Desaguadero del Chivor, a la que yo le calculo mas de 100 mts de caída (por eso es tan dificil presentarla bien en una sola foto)

Almorzamos a las 6:30PM a orillas de la represa del Chivor, por lo cual las fotos de esta represa brillan por su ausencia. Al regreso, pasando por Guateque y Machetá, se cruza tambien por otro embalse, el del Sisga, pero las ganas de llegar ya no nos permitieron deleitar ni siquiera una aguadepanela con queso, famosa por esos lares.