Reportaje de Pedro Sosnistky
Son La-Than Uyen
La ducha Ariston funciona… Asi que tomamos un baño delicioso para empezar el nuevo día. (Ya era hora)
El desayuno es tan espantoso que no fuimos capaces. Imposible tomar ni un cafe. Todo es extremadamente sucio. Pink que había quedado estar a las 8 apareció a las 9 con un tufo a alcohol tenaz. La noche anterior se quedó nuevamente bebiendo con otros guías,..
Aprovechamos el Internet y hablamos un ratito con Julia y Paco antes de seguir nuestro viaje.
Fuimos hasta las ruinas de la Prisión donde los franceses mantenían a los prisioneros políticos vietnamitas durante el periodo colonial. Los llevaban caminando encadenados los 220 km que nos separan de Hanoi y muchos de los que sobrevivían al paseo, morían de malaria. Espantosamente crueles, usaron la guillotina hasta 1941…Siento que de los países colonialistas tal vez Francia ha sido el peor de todos con sus colonias. No les dejó nada. En los países en que los ingleses se establecieron para bien o para mal, quedó algo de su cultura. Aquí no se ve nada, excepto una crueldad desmedida y alguno que otro elemento arquitectónico.
Tampoco en otras ex colonias francesas que hemos conocido dejaron nada de aquello que pregonaban: “Igualdad, Libertad, Fraternidad”. El 14 de julio es solo para ellos, no para el resto de la humanidad, a la que evidentemente no consideraron merecedora de estos derechos.
Allí mismo hay un museo dedicado a la prisión (de la que solo hay ruinas) y también a la relación del Tío Ho como se le dice a Ho Chi Min y su relación con las minoráis étnicas a las que parece respetó y apreció.
No hay mucha interpretación en el museo, solo la traducción al ingles del texto de las fotos.
Retomamos nuestro camino bajo un cielo nublado nuevamente, pasando por unos paisajes increíbles. Montañas de formas nunca vistas y una vegetación que parece de tierra caliente en un clima helado.
Al costado del camino, cultivos de arroz en terrazas construidas por esta gente tan laboriosa como pobre. Metidos entre el lodo, sembrando con el torso doblado por lo inhumano de este trabajo y sin embargo con una sonrisa siempre amable. Aquí no parece haber ninguna presencia del estado, en ninguna parte. No entiendo nada de la situación de este país. Si este es el legado de un gobierno comunista, acabado en una guerra desigual, es tristísima la opción que les legaron. Estamos francamente aterrados. La gente vive en condiciones miserables, en un atraso cultural y unas condiciones de trabajo que no se compadecen con lo que uno esperaría de una administración, que busque el bienestar de su gente.
No parece tratarse de una pobreza al estilo de la India, donde la falta de apego a lo material es un intangible importante en el desarrollo.
Se parece mas bien a Kenya, con sus tribus primitivas viviendo en un estado de abandono que espanta. Sin embargo, a diferencia de estos pueblos nómadas que no hacen actividad diferente al pastoreo, los vietnamitas trabajan en las peores condiciones como agricultores. Un desarrollo sin duda posterior al de los pueblos que viven de la caza y el pastoreo.
No hemos visto un solo hospital en kilómetros, ni nada que se asemeje a un puesto de salud.
La medicina parece estar solo en los sucios frascos con serpientes, pájaros, alacranes o víboras sumergidos en alcohol como si el espíritu de estos animales pudiera transferirse al alcohol y así sus propiedades pasaran a quien tomare el brebaje. Sin pretender ser un experto en estos temas, deduzco que esa es la lógica de esta medicina.
Es muy injusto que una gente tan laboriosa como esta viva en unas condiciones tan primitivas. La belleza del paisaje queda opacada ante tanto atraso. Este como otros es un viaje al pasado pero a un pasado en que no hay restos de antiguas civilizaciones que admirar, templos de antiguas culturas, o vestigios de algún valor. Pink como guía es también reflejo de esta misma situación. No es el guía común, en el sentido de ser alguien con conocimientos para explicar lo que vemos. Es solo un conocedor de los caminos, capaz de guiarnos. No entra dentro de la categoría de lo que uno esperaría de un guía turístico. Sin embargo en el contexto, es lo que hay. Y así son todos por lo que hemos visto. Se parece al Toro, del Llanero Solitario. Siendo uno mas de sus coterráneos trabaja para los blancos.
En el camino nos encontramos con dos parejas de Holandeses viajando solos en dos Minsk y dos motonetas. Una moto les estaba fallando y tuvieron la suerte de cruzarse con nosotros. Como las rentaron en Flamingo Pink, ellos les solucionaron el problema.
Llegamos a Than Uyen, molidos. Antes de venir me parecía que las distancias eran my cortas para lo que estamos acostumbrados a recorrer. Pero a cada sitio que hemos llegado lo hacemos con los últimos alientos. Las carreteras son muy angostas muchos pedazos en mal estado, barro, grava, piedras y el poco tránsito de otros vehículos es de camiones gigantescos que ocupan toda la vía. La amortiguación de la Yamaha 125 cc es de hierro y cada piedrita se siente en los riñones.
Llegamos a un hotelucho en Than Uyen, un pueblo de una sola calle. Nuevamente espantoso, no tan sucio como el anterior, pero casi. Es una Guest House que usan los funcionarios del gobierno cuando vienen a la zona. Son 5 pisos, una decoración de motel de 5ta categoría y un restaurante anexo a la medida. Así que nos compramos unas galletas de arroz en una tienda cercana y nos las comimos con atún de USA que cargamos en la alforja.
La noche fue tenaz porque el colchón tenía todos los resortes por fuera. Además de hacer ruido, se clavan en la espalda.
Nos encontramos por la mañana con los australianos (Richie, Richie y Slim que en realidad se llama Andrew Richie).El día anterior se metieron su caída tratando de seguir al guía entre la niebla. Sin consecuencias graves mas que un leve raspón, por la baja velocidad, pero no por eso menos peligroso. El camino de montaña va entre precipicios y una caída desarrancándose por un abismo, no es de menospreciar. Pink nos comentaba que de tanto en tanto se va un bus al barranco por los frenos en mal estado y no queda nadie vivo. Es lo normal.
Bueno, los duros australianos que van en motos endureras de 250cc tampoco pudieron dormir en el hotelito. Los resortes de la cama son implacables.
Nos mostraron fotos de sus paseos y de como vuelan en sus KTM por el desierto de Australia. Yo quede provocado. Si las llega a ver Gonza, lo perdemos…es francamente espectacular.