Cronica de Julio Gomez
Hoy Esteban amaneció enfermo. Andrea anoche estuvo igual, pero parece que ella pudo superarlo un poco más rápido.
Así que hoy nos quedamos otro día en Cuzco, y aprovechamos para conocerlo sin los afanes del corto tiempo que caracteriza este viaje.
Una vez superados los highlights de la ciudad, pudimos explorarla con mas comodidad y tranquilidad. Camila se quedó cuidando a Esteban, y Andrea y yo salimos desprevenidos a ver que encontrábamos.
Nos encontramos con que tuvimos que decir «no Gracias» muchas mas veces de que que queríamos. Alguna vez leí en un blog que la capacidad turística de una ciudad se media por las veces que uno debía decir «no gracias».
Pues en Cuzco uno debería llevar una camiseta que diga gigante «NO GRACIAS, MALDITA SEA».
Pero bueno, también me sorprendió gratamente. Gastronómicamente, nos lleva años luz con Restaurantes como ChiCha y artísticamente también tiene muy buenos sitios, como la casa Q’oriq’ente. Una casa colonial muy bien restaurada con varias galerías en su interior, donde se pueden encontrar buenas cosas fuera del cliqué costumbrista, pero sin alejarse del todo de sus raíces, que es finalmente lo que uno quisiera encontrar en cada ciudad que visita.
Recomendada la galería Apacheta. Que no es solo galería sino tienda de souvenirs, encontrando cosas desde 50 soles hasta piezas de artistas Peruanos contemporáneos importantes.
Viajeros del Sur 