

Por ello, no es raro encontrar en cualquier época del año, numerosos grupos de motociclistas y aún mas, motos solas con personajes interesantes que al conversales se descubren extranjeros que han venido de los mas remotos lugares, solo para alquilar una moto y hacer este tramo.

Al final del día llegamos al famoso Big Sur… No es un pueblo, como tal, sino un reguero de cabañas y restaurantes a lado y lado de la carretera, la cual en ese momento serpentea un cerro con bosques de pinos, dejando oculto el mar. Tal vez es ese contraste tan fuerte de paisaje marino versus bosques de pinos lo que le da una magia sin igual. Esa noche al salir a comer en uno de sus restaurantes fuimos abordados por un personaje muy simpático. Un gringo de Montana, BMW 1.150, que soltero, a sus 42 años ya está pensionado por el gobierno (despues de 20 años de trabajo en los correccionales) y se dedica simplemente a hacer lo que le da la gana !! Trabaja como tripulante llevando un velero gigante de San Francisco a Puerto Vallarta, recibiendo algo de plata, que no sobra; manda paralelamente su moto para allá, para devolverse recorriendo México por vericuetos. Es paracaidista y hace saltos de vuelo libre con esos trajes especiales que llevan una especie de «alas», entre los brazos y las piernas, que les permite volar a una velocidad increíble antes de abrir el paracaídas. En fin, tantos cuentos echaba que llegamos a dudar de su veracidad.
Gonzalo y cia,
Me alegra saber que se esten gozando esta aventura de vertigo, velocidad, paisajes y nuevos descubrimientos.
Me imagino que ya estan llegando a San Francisco, espero que se encuentren con Eduardo Caceres, seguramente el los esta esperando.
Buena suerte y bune continuacion.
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