Viajeros del Sur

Para completar, una vez realizadas las gestiones de la salida de Honduras, nos encontramos en la Aduana Guatemalteca un oficial joven, de unos 120 kgs mal contados, que con mucha emoción y sentimiento al ver nuestros pasaportes y documentos de la moto, se fue despachando conmigo: “Pues le cuento que tengo una novia colombiana….. me tiene muy enamorado, como loco….. vivo en las nubes. Es de Medellín, Ud, sabe como hablan de rico esas mujeres…. Es que es divina… Y me dice `Papito´ !!!”
Con una mujer así, cualquiera se enloquece.

En Guatemala hemos encontrado la gente mas amable de todos los países centroamericanos. La gente se acerca a las motos a conversarnos y siempre estan muy dispuestos en colaborarnos, darnos consejos ó indicarnos las mejores rutas. En una corta parada de carretera, tipo “mirador” sobre el lago de Atitlan, una pareja con sus dos hijos adolescentes nos abordó con mucho entusiasmo y admiración, les parecía muy raro ver motos que vinieran desde Colombia a estas tierras y cada uno de ellos, con saludo de mano incluido, nos dio un “Bienvenidos a Guatemala” que nos dejó gratamente impresionados.